Nissan ha decidido abandonar la producción de camionetas en Argentina a partir de 2026, una medida que afectará profundamente a la industria automotriz de Córdoba, uno de los principales polos productivos del país. La planta ubicada en Santa Isabel, donde se ensamblan las camionetas Nissan Frontier y Renault Alaskan, dejará de operar, y con ello, varios miles de puestos de trabajo están en riesgo. Este cierre no solo impactará a los empleados de la fábrica, sino también a las más de 30 pequeñas y medianas empresas proveedoras de autopartes que suministraban componentes para la fabricación de estas unidades.
Impacto económico y social en Córdoba
La planta de Santa Isabel, ubicada en Córdoba, es un centro clave para la fabricación de camionetas en el país, siendo un motor económico para la región. Con la salida de Nissan de la producción local, se estima que alrededor de 400 trabajadores directos perderán sus empleos. La situación es aún más grave para las pequeñas empresas que proveían autopartes, las cuales enfrentarán un desafío importante para adaptarse a esta nueva realidad.
El programa de retiros voluntarios propuesto por la empresa busca mitigar el impacto, pero muchos temen que los despidos sean inevitables si no se logran acuerdos satisfactorios entre la compañía y los sindicatos. Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de muchas industrias en el país, que dependen en gran medida de los acuerdos con empresas extranjeras.
¿Qué sigue para la industria automotriz argentina?
A pesar del cierre de la planta en Córdoba, Nissan no abandonará completamente el mercado argentino. La compañía continuará operando en el país, pero a través de vehículos importados desde México y Brasil. Esto marca el fin de una era de producción local para la marca japonesa, que había invertido fuertemente en la región en los últimos años.
Por su parte, Renault, que comparte la planta con Nissan, también cesará la producción de la camioneta Alaskan a fines de este año. Esta decisión se debe a que no se renovará el acuerdo de producción entre ambas compañías, lo que obligará a Renault a ajustar sus estrategias de fabricación en la región.
Consecuencias para la cadena de suministro y el empleo
El impacto de la salida de Nissan también se refleja en la cadena de suministro de autopartes. Las pequeñas y medianas empresas proveedoras de piezas para la producción de camionetas enfrentarán dificultades para reconvertir sus modelos de negocio y encontrar nuevos mercados. Esto podría tener un efecto dominó en otras industrias que dependen de la estabilidad del sector automotriz.
Aunque el gobierno de Córdoba y representantes sindicales buscan alternativas para mitigar el impacto en los trabajadores, la situación sigue siendo incierta. La falta de producción local podría aumentar la dependencia de vehículos importados, lo que afectaría la competitividad de la industria automotriz nacional.
Alternativas y desafíos para la industria argentina
Ante el cese de la producción local de camionetas, las autoridades nacionales y provinciales deberán buscar soluciones para asegurar la estabilidad del empleo en la región. Algunos sugieren la posibilidad de reconvertir la planta para la fabricación de otros modelos, mientras que otros apelan a la diversificación de la oferta industrial en la provincia.
Este cierre también pone de relieve la necesidad de una estrategia más sólida para la reindustrialización de Argentina, con políticas que fomenten la competitividad y la capacidad de las fábricas locales para competir en un mercado global cada vez más desafiante.












