En marzo de 2025, las agroexportadoras argentinas liquidaron US$1.880 millones, lo que representa una disminución del 15% en comparación con febrero y un incremento del 20% respecto al mismo mes del año anterior. Esta caída en las liquidaciones se produce en un contexto de incertidumbre económica, y tiene implicaciones directas sobre la comercialización de soja, uno de los principales productos de exportación de Argentina.
La liquidación de divisas es fundamental para la estabilidad económica del país, especialmente en el sector agropecuario, que representa una de las principales fuentes de ingreso de divisas. En este artículo, exploramos cómo los factores internos y externos han influido en esta caída y cómo la situación de la soja está directamente vinculada a la dinámica de las exportaciones y la entrada de divisas.
La relación entre la baja en la liquidación de divisas y la soja
En marzo, la disminución del 15% en la liquidación de divisas coincidió con una significativa caída en la comercialización de soja. A pesar de que el mes mostró un incremento interanual, el bajo nivel de liquidación refleja un retraso en la venta de granos, particularmente soja, que sigue siendo uno de los productos más exportados por Argentina.
Los productores de soja han mostrado una actitud más cautelosa en cuanto a la venta de su producción. Varios factores han influido en esta decisión, entre ellos, la incertidumbre económica y la brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y los paralelos. Esta diferencia de precios genera dudas sobre el momento adecuado para liquidar los granos, y muchos productores prefieren conservar la soja en stock con la esperanza de que los precios aumenten o de que el tipo de cambio se ajuste favorablemente para maximizar sus ganancias.
La caída de la liquidación de divisas está directamente vinculada a esta estrategia de retención de soja por parte de los productores. La soja representa un pilar clave en las exportaciones argentinas, y su baja comercialización afecta el volumen de divisas ingresadas al país. La soja, junto con otros productos como el maíz y el aceite de soja, sigue siendo esencial para la balanza comercial de Argentina, y cualquier desaceleración en su comercialización repercute en la estabilidad económica.
Factores que afectan la liquidación de divisas y la soja
Varios factores han influido tanto en la caída de la liquidación de divisas como en la retención de soja. Uno de los más relevantes es la incertidumbre cambiaria, exacerbada por las expectativas sobre la inflación y la falta de una solución definitiva a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta incertidumbre ha llevado a muchos productores a retrasar las ventas de soja en lugar de liquidarlas al tipo de cambio actual, que consideran poco favorable.
La falta de acuerdo con el FMI y la incertidumbre política también contribuyen a la falta de confianza en el corto plazo. En este contexto, los exportadores prefieren esperar una mejora en las condiciones del mercado antes de realizar mayores liquidaciones de divisas. Por su parte, el gobierno ha intentado paliar esta situación con la reducción de los derechos de exportación (DEX), buscando mejorar la rentabilidad de los productores y fomentar el ingreso de divisas, pero el efecto de esta medida aún es limitado.
Además, la sequía y otras condiciones climáticas desfavorables también afectaron el volumen de la cosecha de soja, lo que generó menor oferta de grano disponible para exportar. Si bien este es un factor estacional, la variabilidad climática impacta de manera directa en la cantidad de soja que se destina a la exportación, lo que, a su vez, incide en el nivel de liquidación de divisas.
El futuro de la soja y la agroexportación argentina
A pesar de la caída en la liquidación de divisas de marzo, las perspectivas para el sector agroexportador siguen siendo positivas. Se espera que, en el primer trimestre de 2025, las liquidaciones acumuladas sumen US$6.135 millones, lo que representa un incremento del 26% en comparación con el mismo período de 2024.
La soja sigue siendo el producto estrella en las exportaciones argentinas, y aunque en marzo su comercialización fue más baja, es probable que el sector experimente una recuperación gradual en los próximos meses. La reducción de los DEXcontinúa siendo un incentivo clave para los productores, especialmente si se acompaña de estabilidad económica y mejores expectativas de precios internacionales para los granos.
El sector agroexportador también está tomando medidas para adaptarse a los desafíos climáticos mediante el uso de nuevas tecnologías agrícolas que permitan mejorar la resistencia de las cosechas a eventos extremos. En este sentido, las políticas públicas que fomenten la inversión en tecnología y mejoren la competitividad internacional del sector serán esenciales para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
La conexión entre las políticas económicas y la soja
Es importante destacar que las políticas económicas del gobierno seguirán siendo determinantes en el futuro de la comercialización de soja y las liquidaciones de divisas. El sector necesita estabilidad en las políticas cambiarias y fiscales, así como una mayor claridad sobre las condiciones del mercado internacional, para tomar decisiones de inversión a largo plazo.