La campaña de maíz 2025 llega atravesada por un factor decisivo: la producción récord en Estados Unidos. En diálogo con Palabra de Campo, Federico Zerboni, presidente de Maizar, reconoció que el informe del USDA que marcó 426 millones de toneladas fue un verdadero “bombazo” para el mercado.
“Es el quinto o sexto año que logran una cosecha muy buena y siempre van para arriba. Para ponerlo en contexto, esos 26 millones de toneladas extra representan más de la mitad de la cosecha argentina”, señaló. El efecto fue inmediato: los precios internacionales bajaron unos 5 o 6 dólares por tonelada, recortando la mejora que había provocado la baja de las retenciones.
Zerboni subrayó que esta sobreoferta global genera un mercado más pesado para la exportación argentina. Sin embargo, aclaró que la demanda local está jugando un papel central como amortiguador de precios.
El consumo interno sostiene la paridad
El presidente de Maizar insistió en que el consumo doméstico se convirtió en un sostén vital del maíz argentino. “El consumo interno es muy importante en la Argentina y está haciendo que se mantenga el precio incluso por encima de la paridad de exportación”, explicó.
La industria de balanceados, los feedlots y el sector avícola están comprando grandes volúmenes de grano, lo que permitió un firme nivel de demanda interna en un contexto de volatilidad global. “El mercado sabe que el consumo está muy fuerte, por eso están estoqueando. Si esta tendencia continúa, el empalme entre cosechas puede ser muy justo”, advirtió Zerboni.
La advertencia se centra en el riesgo de tensiones en el abastecimiento local. Con ventas externas ya comprometidas y un consumo en ascenso, el empalme hasta la nueva cosecha podría tornarse ajustado. “Yo compraría maíz para el empalme, no sé si ahora, pero más adelante. No me quedaría esperando a que aparezca el maíz”, aconsejó.
La siembra arranca con humedad y señales fitosanitarias
La campaña ya comenzó en algunas regiones, particularmente en Entre Ríos, con un escenario de buena humedad en los perfiles de los suelos. Zerboni destacó que este arranque es positivo para los productores que logran asegurar fecha de siembra temprana.
De todos modos, aparece un desafío sanitario que genera preocupación: la presencia de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), vector de enfermedades como el Spiroplasma y el Maize Rayado Fino. En el norte del país se reportaron algunos focos tempranos.
“Ya se empezó a sembrar con muy buena humedad y algunas alarmas del Albulus del Norte. Pero, para la Comisión Nacional, todavía no son preocupantes. En otros años, a esta misma altura, también aparecía la plaga y luego desaparecía porque no encuentra alimento más allá del maíz”, explicó.
El dirigente remarcó que, si bien el insecto puede refugiarse en cultivos de trigo u otros hospederos, no logra alimentarse ni completar su ciclo en esas especies. “Se protegen del frío, pero a la larga mueren porque solo comen maíz”, aclaró. Por eso, llamó a no sobredimensionar las alarmas en este momento del año.
Perspectivas y desafíos de campaña
De cara al ciclo 2025/26, Zerboni planteó un escenario de doble lectura. Por un lado, un mercado internacional que podría seguir presionado por la oferta estadounidense. Por otro, un mercado interno sólido que ofrece un piso de precios, siempre condicionado por la macroeconomía y las decisiones de política pública.
En el plano productivo, el arranque con humedad es alentador, aunque persisten los riesgos climáticos hacia el verano. Las lluvias recientes en la región núcleo mejoraron las reservas, pero el patrón climático de los próximos meses será determinante para definir rindes y superficie final implantada.
La cuestión fitosanitaria seguirá en agenda. La experiencia de la campaña pasada, con fuertes daños por la chicharrita en el norte, dejó lecciones que los productores no quieren repetir. La clave estará en el monitoreo y en la elección de fechas de siembra que reduzcan la exposición al vector.
Entre la abundancia externa y la firmeza interna
La entrevista con Federico Zerboni revela una campaña de maíz atravesada por tensiones contrapuestas. Mientras la producción récord de Estados Unidos presiona los precios internacionales, el consumo interno argentino sostiene al mercado y plantea un empalme de cosechas que podría ser ajustado.
El inicio de la siembra muestra condiciones de humedad favorables, aunque con la advertencia de nuevos desafíos sanitarios. En este escenario, la recomendación del presidente de Maizar es clara: anticiparse, no esperar y tomar decisiones estratégicas para enfrentar una campaña que promete estar cargada de incertidumbre.
