Mientras transcurre el proceso eleccionario, las autoridades nacionales y provinciales demuestran que lo electoral es su única prioridad. Lo alarmante de esta situación es que, mientras tanto los procesos productivos -cualquiera sea- deben continuar, en especial aquellos procesos biológicos asociados a la naturaleza, que no pueden detenerse.

Nuevamente enfrentamos escasez en el aprovisionamiento de recursos e insumos básicos, como gasoil, harina de soja, repuestos de maquinarías y tractores, entre otros; y aquel que pueda conseguirlo lo debe pagar a valores que no tienen explicación.

Además, la intervención directa o indirecta sobre los distintos mercados genera un efecto devastador, especialmente en los procesos que son fundamentales para la producción de materia prima destinada a alimentos.

Es imperativo y urgente corregir esta situación. De lo contrario, en un corto plazo, enfrentaremos las graves consecuencias de las medidas y acciones desafortunadas tomadas hasta ahora. Una vez que los productores deciden abandonar o cerrar un proceso productivo, se desencadenan acciones que son imposibles de revertir.

La producción necesita soluciones para hoy, el 20 de noviembre para muchos es muy tarde.