Durante el China Agribusiness Day, organizado por la Camara Argentino-China, dirigentes de la agroindustria argentina expusieron un diagnostico comun sobre la relacion comercial con China y las condiciones necesarias para expandirla. Ricardo Marra, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, resalto que el vinculo bilateral se ha construido sobre “la confianza, el respeto y la cooperacion” y recordo la fuerte evolucion del intercambio: paso de 300.000 dolares en 1972 a 17.600 millones en 2024. Marra destaco que China se ha convertido en un socio clave para la agroindustria argentina en productos como la soja, la cebada, el sorgo, la carne bovina y la pesca, aunque senalo que Argentina aporta unicamente el 3% de las importaciones agroindustriales chinas, una proporcion que, a su juicio, puede crecer si se consolidan las condiciones comerciales y sanitarias adecuadas.

Desde una voz colectiva, los representantes del sector hicieron saber su disposicion a abastecer al mercado chino con alimentos de calidad y producciones seguras. Sin embargo, advirtieron que ese salto requiere decisiones concretas en politica sanitaria y comercial. A pesar de la elevada complementariedad entre la oferta argentina y la demanda china, la participacion actual de Argentina sigue siendo marginal y esta condicionada por obstaculos como aranceles prohibitivos y la falta de protocolos agiles para la habilitacion de productos.

La industria de alimentos y bebidas presento esta situacion ante una delegacion china, enfatizando que la complementariedad es casi perfecta pero la insercion practica es limitada. Carla Martin Bonito, presidenta de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), subrayo que Argentina produce practicamente todo lo que China demanda y mantiene un superavit sectorial de alrededor de mil millones de dolares, pero equivale apenas al 3% de las importaciones totales de alimentos del gigante asiatico. Esta cifra ilustra la distancia entre la capacidad productiva argentina y su verdadera participacion en el mercado chino.

El sector avicola senalo la intermitencia en la relacion comercial por razones sanitarias y la necesidad de actualizar acuerdos para garantizar continuidad. Carlos Sinesi, gerente del Centro de Empresas Procesadoras Avicolas (CEPA), recordo que Argentina fue pionera en apertura de mercados en 2005, pero recientes brotes de influenza aviar provocaron cierres prolongados que limitaron las operaciones: en los ultimos tres anos, el sector pudo exportar apenas cinco meses. Para recuperar y expandir el comercio con China hacen falta protocolos modernos y mecanismos que permitan reingresos agiles tras incidentes sanitarios localizados.

En el segmento de legumbres el impacto de las decisiones sanitarias es un ejemplo claro de la urgencia de acuerdos eficaces. Sergio Raffaelli, representante de la Camara de Legumbres dentro del Consejo Agroindustrial Argentino, explico que la apertura del protocolo para las arvejas tuvo un efecto inmediato: las exportaciones se dispararon y, en el ultimo ano, representaron la mitad de lo vendido al exterior por ese producto. No obstante, la brecha es enorme: desde 2017 China importo 18 millones de toneladas de legumbres y Argentina coloco apenas 80.000 toneladas. Raffaelli planteo el desafio de replicar el exito de las arvejas con otras variedades como el poroto mungo y los garbanzos, en las que Argentina tiene capacidad productiva y calidad genetica, pero carece de acuerdos fitosanitarios que permitan competir, mientras que paises como Brasil avanzan rapidamente en habilitaciones.

La situacion de las frutas finas, y en particular del arandano, ilustra otro tipo de barreras no sanitarias pero si comerciales. Federico Baya, del Comite Argentino de Arandanos, detallo que, a pesar de cinco anos de gestiones sanitarias para abrir el mercado chino, las exportaciones argentinas quedaron estancadas en apenas siete toneladas anuales debido a un arancel de ingreso del 30% impuesto por China. Ese gravamen contrasta con el arancel cero para competidores regionales como Peru y Chile, lo que impide que Argentina aproveche la ventana de contraestacion del hemisferio sur y compita en igualdad de condiciones, aun cuando produce fruta de calidad.

Los frigorificos y la pesca tambien manifestaron preocupaciones especificas. En pesca, se pidio a las autoridades chinas la habilitacion de la centolla argentina para consumo humano directo, tanto viva como congelada; actualmente ese producto solo esta autorizado para reprocesamiento, mientras competidores como Chile pueden comercializarlo para consumo directo y capturar mayor valor en el mercado. Eduardo Boiero, presidente de la Camara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca), senalo que la pesca argentina es extractiva y natural, con productos de calidad premium y exportaciones anuales por alrededor de 2.000 millones de dolares, pero enfrenta desventajas por costos y cargas impositivas. Para especies clave como el calamar, la combinacion de retenciones locales y aranceles de destino llega a representar una carga cercana al 19%, lo que coloca al producto nacional en desventaja frente a flotas de aguas distantes que operan con menores costos laborales y fiscales.

El sector del mani, liderado por provincias como Cordoba y con crecimiento en Buenos Aires y Santa Fe, tambien busca afianzarse en China. Edoardo Fracanzani, director ejecutivo de la Camara Argentina del Mani, destaco la experiencia y capacidad del sector para ofrecer mani de alta calidad y productos con valor agregado, alineados con una demanda china cada vez mas sofisticada. Sin embargo, la insercion en ese mercado exige no solo produccion sino reglas claras, acceso y competitividad frente a productores locales y regionales.

En sintesis, la exposicion de la agroindustria argentina ante la delegacion china puso de manifiesto una combinacion de fortalezas y limitaciones. La capacidad productiva y la calidad estan presentes en multiples cadenas: granos, oleaginosas, carnes, frutas finas, legumbres, pesca y mani. No obstante, la participacion efectiva en el mercado chino sigue siendo reducida por una serie de obstaculos que combinan aranceles, protocolos sanitarios restringidos o lentos, y diferencias en tratamientos regulatorios frente a competidores regionales. Los representantes del sector coinciden en que ampliar la cuota de mercado en China requiere acciones concretas desde el diseno y la ejecucion de politicas publicas: modernizar y agilizar protocolos sanitarios, negociar reducciones arancelarias o sistemas preferenciales y asegurar condiciones que permitan a los exportadores nacionales competir en igualdad de condiciones.

El mensaje final fue claro y univoco: Argentina esta dispuesta y tiene la capacidad para abastecer a China con productos seguros y de alta calidad, pero el crecimiento de esa relacion depende tanto de la voluntad y la estrategia politica como de acuerdos y acciones tecnicas que faciliten el ingreso sostenido de mas productos argentinos al principal mercado asiatico.