En septiembre, cuando se oficializó el comienzo de la ocurrencia del fenómeno climático El Niño, la advertencia fue que la primavera sería lluviosa y que la lluvia en la alta cuenca del Paraná implicaría creciente. En efecto, el río subió y sube.
Desde los 0,38 de fines de agosto, el río comenzó a crecer paulatinamente hasta alcanzar marcas de 1,84 m, 1,62 y 1,41 el sábado pasado. Este miércoles llegó a 2,24 y aunque para hoy jueves bajó a 2,20, la perspectiva es de creciente.
Río arriba, en Rosario, cuya marca es referencia para el resto del delta, esperan un pico de crecida para mediados de noviembre, que podría alcanzar los 4,80 metros —este jueves estaba en 3,12—, casi al nivel de alerta para esa zona, estimaron desde el Instituto Nacional del Agua (INA).
El nivel de alerta en San Pedro es de 3,40 m y el de evacuación, de 3,60. Aunque todavía lejos de esas marcas, la alarma está encendida por lo que pueda ocurrir en las próximas semanas y el monitoreo es constante.
Las lluvias significativas registradas en en la alta cuenca, que estaban pronosticadas, tendrán su influencia en la región en las próximas semanas, por lo que en la zona de islas ya están en alerta por lo que pueda ocurrir, sobre todo con los animales.
El ingeniero Juan Borús, del INA, advirtió en los últimos días que ” hay muchas actividades que se pueden ver alterada por la creciente” y que “la número uno es la ganadería de isla o el manejo de hacienda en islas”.
“Ya empezó la desesperación para buscar campos para subir las vacas”, advirtieron propietarios de predios próximos a la costa en inmediaciones de La Tosquera.
En redes sociales comenzaron a aparecer publicaciones relacionadas con el tema. “Se viene la creciente, buscamos campo o bañado para alquilar, para animales”, posteó una familia en Facebook.
“No hay mucho campo”, advierten quienes conocen la actividad ganadera de islas. “Si no hay campo, irá al matarife, pero el asunto es traer los animales”, analizaron.
El movimiento de hacienda se verá en los próximos días, lo que devolverá en San Pedro el nunca saldado debate sobre la falta de un puerto de transbordo de animales, que se suma a la escasez de barcos ganaderos.