El primer juicio oral y público por el crimen de Uma Aguilera, la hija del custodio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que fue asesinada por delincuentes menores de edad en Lomas de Zamora, comenzará mañana en los Tribunales de ese partido bonaerense.
El debate será contra Axel Emiliano “Pelusa” Rojas, Miguel Pastor “Patoto” Romero Molinas y Ariel Acuña Vega, los tres jóvenes mayores que están acusados del robo y homicidio de la nena de 9 años cometido en enero de 2024.
En la causa son cuatro los detenidos, pero Guillermo “Paraguayo” Romero Molinas tenía 17 años cuando cometió el asesinato, motivo por el cual va a ser juzgado en otro juicio que comenzará el 12 de agosto en el Juzgado de Responsabilidad Juvenil N°2 de Lomas de Zamora.
En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, María Eugenia Rodríguez, madre de la víctima manifestó: “Espero que el juicio se lleve de manera tranquila”.
“Para nosotros es muy doloroso volver a revivir todo el hecho pero anhelamos que se haga Justicia por Uma”, agregó la mujer.
En este sentido, María Eugenia como “una niña que tenía muchos sueños y muchas cosas por vivir” y destacó que “era una nena super dulce, cariñosa, feliz, alegre y divertida” porque “siempre tenía una sonrisa en su rostro”.
“Siempre estaba bailando, cantando y haciendo algo para sacarnos una sonrisa”, sostuvo.
El 22 de enero de 2024 la familia salió de su casa en Lomas de Zamora y se subió al auto para acudir a un turno médico. Nada extraño ocurría hasta que delincuentes los sorprendieron. Eduardo, para evitar el robo, aceleró y los ladrones dispararon.
La menor recibió un disparo en la cabeza y, pese a que se dispuso todas las herramientas necesarias para su atención médica, horas después los médicos del Hospital Churruca confirmaron que había fallecido.
Desde aquel momento comenzó un raid delictivo para lograr, cuanto antes, las detenciones de todos los involucrados.
Hubo arrestados que horas después fueron liberados, pero tras una extensa investigación se logró concretar las capturas de Molinas, Romero, Vega y Rojas, quienes previo al crimen habían robado un auto.
El caso de Uma no solo conmovió al país por el repudiable accionar de la banda delictiva, sino porque también, de alguna forma u otra, la política se vio sumergida al tratarse de un empleado cercano a la ministra Bullrich.
