En el marco del China Agribusiness Day, celebrado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, los principales referentes del complejo agroindustrial argentino analizaron la relacion comercial con China y destacaron tanto los logros recientes como las limitaciones estructurales que impiden un mayor crecimiento sostenido. El evento, organizado por la Camara Argentino China, reunio a representantes del sector exportador y a funcionarios de empresas con fuerte vinculacion con el mercado chino para evaluar resultados, identificar cuellos de botella y proponer lineas estrategicas de trabajo.
Uno de los datos centrales que se puso sobre la mesa fue el salto en las compras chinas de soja argentina en el ultimo ano: China importo cerca de 13 millones de toneladas desde la Argentina, cuando lo habitual se ubicaba en torno a cuatro millones. Ese incremento tuvo un efecto directo sobre las cifras de exportacion argentina en dolares y genero un record en ventas totales, impulsado por la soja. Sin embargo, los expositores subrayaron que este crecimiento fue en gran medida concentrado y que el desafio inmediato es diversificar la oferta hacia otros productos y agregar mayor valor agregado.
Gustavo Idigoras, presidente de Ciara-CEC, explico que la expansion en volumen a China tuvo tambien efectos positivos en commodities distintos a la soja, como el sorgo, cuya superficie en la Argentina habia venido reduciendose y que recupero terreno gracias a la apertura de mercados externos. Para Idigoras, esa diversificacion es clave: mas alla del record en soja, la meta es ampliar la canasta exportadora hacia cultivos y derivados con mayor valor, como pellets de girasol, aceite y otros productos procesados. Segun su estimacion, si se incorporan nuevos productos industrializados China podria convertirse en un comprador que lleve a la Argentina a superar los 10.000 millones de dolares en exportaciones anuales hacia ese pais.
No obstante, los oradores coincidieron en que existen obstaculos regulatorios y burocraticos significativos. China negocia muchas aperturas “caso por caso”, y actualmente hay entre 25 y 50 productos argentinos pendientes de habilitacion sanitaria. Esa lentitud en los protocolos comerciales y fitosanitarios limita la capacidad de competir con rapidez frente a otros actores regionales, sobre todo Brasil. En ese contexto, acelerar las aprobaciones sanitarias fue senalado como una medida prioritaria para aprovechar la demanda china sin perder cuota frente a competidores.
La logistica y la infraestructura aparecieron como otro tema recurrente. La falta de una red ferroviaria eficiente, vagones y tecnologia adecuada eleva costos internos y reduce la competitividad de los productos argentinos en el mundo. Idigoras propuso que, ademas de cliente, China sea vista como socio estrategico en proyectos de infraestructura: la recuperacion y modernizacion del ferrocarril, la renovacion de material rodante y la incorporacion de tecnologias logisticas son inversiones que podrian bajar costos y fortalecer las economias regionales.
En la comparacion regional, los panelistas subrayaron la diferencia de estrategia entre Argentina y Brasil. Matias Curti, coordinador comercial de COFCO Argentina, senalo que en 2024 Brasil aprobo 322 eventos o productos biotecnologicos vinculados a la soja, mientras que la Argentina acumula demoras importantes en ese terreno. Ademas, recordo que Brasil produce hoy un volumen que ciertos analistas estiman entre 175 y 180 millones de toneladas de granos; en cambio, la produccion argentina de soja se mantiene estancada en torno a los 50-52 millones de toneladas. Curti sintetizo esa diferencia con una observacion sobre vision estrategica: “Hace 20 anos, Brasil y la Argentina producian lo mismo. Pero ellos piensan a 100 anos; nosotros no.” La diferencia normativa, tecnologica y de previsibilidad explicaria en buena medida el ritmo expansivo brasileno frente al estancamiento argentino.
En el segmento ganadero, Georges Breitschmitt, presidente del Instituto de Promocion de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), recordo que China absorbe aproximadamente el 70% del volumen de carne bovina que la Argentina exporta, unas 600.000 toneladas. Aclaro que la colocacion en China no compite con el consumo domestico: la comercializacion internacional requiere desmembrar el animal y destinar cada corte a mercados distintos segun su demanda. Mientras China demanda carne congelada para procesos industriales, Europa busca cortes de calidad y Estados Unidos importa lean beef para la industria de hamburguesas. Lejos de perjudicar el abastecimiento local, la exportacion impulsa la necesidad de mayor produccion y de optimizar la cadena de valor.
Breitschmitt tambien destaco la importancia de abrir nichos de alto valor, como la exportacion de calculos biliares bovinos para la medicina tradicional china, y el avance en protocolos sanitarios para menudencias, esenciales para integrar la media res y aprovechar subproductos. Puso de relieve, ademas, la enorme diferencia en cabana entre paises: mientras Brasil paso de 50 a 230 millones de cabezas en las ultimas decadas, la Argentina permanece en torno a los 50 millones. El crecimiento en ganaderia, sostuvo, requiere politicas publicas de largo plazo y previsibilidad para acompanar inversion, genetica y logistica.
Un ejemplo de diversificacion que mencionaron los panelistas fue el sorgo: su insercion en mercados asiaticos se dio por una ventana que primero se abrio en Japon y luego en China, en parte motivada por tensiones comerciales entre China y Estados Unidos. Ese proceso demostro que la apertura y la capacidad de aprovechar coyunturas internacionales pueden generar nuevas rutas de exportacion para cultivos que habian perdido superficie.
En terminos de politica comercial, los expositores reclamaron tambien reducir derechos de exportacion, senalando que menores gravamenes sobre la soja facilitarian que el precio internacional llegue mejor al productor y se traduzca en mayores incentivos para producir y exportar. La conjuncion de medidas -apertura sanitaria mas rapida, inversion en infraestructura logistica, politicas de largo plazo en ganaderia, impulso a la biotecnologia y reduccion de trabas impositivas- fue presentada como la hoja de ruta necesaria para consolidar y profundizar la relacion comercial con China sin depender exclusivamente de la soja.
En resumen, el diagnostico del sector fue claro: China se ha convertido en un comprador esencial para la agroindustria argentina, y el ultimo ano mostro cifras historicas en soja y presencia creciente de otros productos. No obstante, para transformar ese impulso coyuntural en crecimiento sostenido y diversificado es imprescindible actualizar la estrategia nacional en aspectos regulatorios, tecnologicos, logisticos y de politica publica, y considerar a China no solo como mercado, sino tambien como posible socio en infraestructura y desarrollo industrial.












