La cosecha de girasol finalizó con la producción más baja en siete años al alcanzar las 2,7 millones de toneladas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
A pesar de esta merma, el rendimiento nacional promedio finalizó en 21,6 quintales por hectárea (qq/ha), el tercer mejor desde que se tiene registro, por lo que la buena productividad moderó el impacto negativo de una caída en el área.
En la región centro de Buenos Aires la cosecha finalizó con un rinde 23,1 qq/ha, “el más bajo de las últimas cinco campañas, debido a la gran variabilidad de rendimientos (10 a 35 qq/Ha) producida por enfermedades, diferencias en la humedad disponible y granos vanos o chicos”, puntualizó la entidad.
En el sudoeste de Buenos Aires-sur de La Pampa, el rinde promedio fue de 20,4 qq/ha, similar al de la campaña 2019/20, aunque con un rango de rindes más amplio, que fue de 12 a 27 qq/ha, por afectación de cancro del tallo y mildiu.
Sobre el sudeste de Buenos Aires el rinde promedio fue de 21 qq/ha, el segundo más bajo en la última década, y un 10 % por debajo del promedio de los últimos cinco años.
“Si bien las expectativas de rindes iniciales en esta zona apuntaban a alcanzar un récord histórico, las lluvias durante la etapa de floración produjeron fallas en la polinización, generando un alto porcentaje de granos vanos”, indicó la BCBA.
Finalmente, para la región Cuenca del Salado el rinde promedio fue de 27,2 qq/ha, “marcando un nuevo rinde récord en el histórico PAS, y superando al promedio de esa serie en un 17,9 %”.
