Se sembraron 1,85 MHa, 21,3 % menos que la campaña previa, con importantes demoras durante los primeros meses, causando reducciones respecto a los planes de siembra iniciales.
La campaña finaliza con una variación de producción respecto al escenario inicial de -500 mTn. A la imposibilidad de concretar los planes de siembra por sequía, se sumó el estrés termo-hídrico durante enero y febrero y los temporales de marzo que impactaron negativamente en la performance del cultivo.
El rinde promedio nacional se ubica en 20,2 qq/Ha, – 2,9 % inferior al rendimiento promedio de las últimas 5 campañas.
La producción total nacional asciende a 3,6 MTn, ubicándose un 21,7 % por debajo del volumen alcanzado el ciclo anterior (4,6 MTn).
La reducción de los precios del complejo, junto a la caída de la producción, generaría que la economía argentina reciba un 46% menos en comparación con la campaña anterior, con un total de USD 1.186 millones. También aportaría USD 292 y 921 millones en términos de recaudación fiscal y exportaciones, cayendo USD 196 millones y USD 659 millones respecto al ciclo previo.