La reciente escalada arancelaria entre Estados Unidos y China está generando efectos colaterales en otras economías emergentes. India se convirtió en uno de los principales focos de preocupación ante una ola de importaciones chinas que están presionando a su industria local. A raíz de los aranceles de hasta 145% impuestos por el expresidente Donald Trump sobre productos chinos, los fabricantes del gigante asiático buscan mercados alternativos, y Nueva Delhi aparece como uno de los principales destinos.
El sector textil, especialmente la industria del hilo de viscosa en Tamil Nadu, ya está sintiendo el impacto.Thirunavkarsu, propietario de una hilandería en el sur del país, advirtió que los pedidos han caído un 40% en apenas un mes, debido al ingreso de hilo chino un 15% más barato que el local. “No podemos igualar estas tasas. Nuestra materia prima no es tan barata”, aseguró.
Dumping chino: impacto en la industria india
India produce internamente la mayoría del hilo de viscosa que necesita. Las importaciones, históricamente, solo se utilizaban para cubrir faltantes puntuales. Pero ahora, la competencia desleal desde China amenaza con desplazar a cientos de pequeños y medianos productores locales.
Según la Asociación de Hilanderos del Sur de la India, casi 50 pequeñas fábricas han reducido su producción en Pallipalayam, Karur y Tirupur, con la advertencia de que el número seguirá creciendo si no se toman medidas inmediatas. Mientras tanto, el embajador chino en India, Xu Feihong, intentó calmar las tensiones asegurando que China no tiene intención de hacer dumping ni de interrumpir el desarrollo industrial de otros países.
Sin embargo, el historial reciente genera dudas. En 2024, se registraron casi 200 investigaciones antidumping contra productos chinos en la Organización Mundial del Comercio (OMC), un récord absoluto. India presentó 37 de estas denuncias, una muestra de la creciente preocupación oficial.
El gobierno indio ya tomó algunas medidas defensivas. Se impuso un arancel del 12% sobre ciertas importaciones de acero, particularmente desde China, para frenar la caída de precios y proteger a las fábricas nacionales. Además, el Ministerio de Comercio formó un comité para rastrear los sectores más vulnerables al ingreso de productos chinos subsidiados.
El desafío estructural detrás del déficit comercial
Más allá de los textiles y el acero, India enfrenta un problema estructural de competitividad. Su déficit comercial con China alcanzó los 100.000 millones de dólares. Solo en marzo, las importaciones crecieron 25%, impulsadas por la demanda de electrónica, baterías y células solares.
El analista Ajay Srivastava, del think tank Global Trade Research Initiative (GTRI), fue claro: “Esto no es solo un desequilibrio comercial. Es una advertencia estructural. Nuestro crecimiento industrial está empujando las importaciones, no construyendo capacidad doméstica”, escribió en redes sociales.
Las iniciativas del gobierno de Narendra Modi, como los subsidios vinculados a la producción (PLI), no lograron revertir esta dependencia. Incluso mientras promueve campañas como “Make in India”, el país sigue necesitando insumos chinos para ensamblar productos, incluidos los iPhones destinados al mercado estadounidense.
Apple ya fabrica parte de sus teléfonos en India, pero aún depende de componentes importados desde China. Esta paradoja se repite en otros sectores clave, donde el país quiere posicionarse como alternativa a la manufactura china, pero todavía no cuenta con una cadena de valor robusta y competitiva.
Una oportunidad que podría convertirse en riesgo
Para algunos expertos, la tensión entre China y EE. UU. representa una oportunidad estratégica para India,siempre y cuando logre responder con rapidez. Nomura advirtió que los países que experimentan una entrada masiva de importaciones chinas suelen ver una desaceleración en su crecimiento manufacturero.
Akash Prakash, de Amansa Capital, lo explicó en términos más prácticos: muchas empresas privadas indias aún no se animan a invertir en mayor capacidad productiva por temor a ser inundadas por mercancía china más barata. Un informe reciente de la agencia de calificación ICRA respalda esta visión, señalando el impacto negativo sobre la inversión industrial.
India necesita iniciar un diálogo firme con Beijing, según Biswajit Dhar, economista en Delhi. “Este es un tema que la India debe señalar, como lo han hecho la mayoría de los países occidentales”, dijo. Pero también debe mirar hacia adentro y cerrar la brecha de competitividad si quiere evitar que esta ola de dumping se convierta en una crisis estructural.












