Representantes de la industria molinera negaron que haya desabastecimiento de harina a nivel nacional en las panaderías y advirtieron sobre la necesidad de cambios en la política para que se generen estímulos a la venta de materia pirma.
“No hay desabastecimiento de harina a nivel nacional en las panaderías”, indicó el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, en un comunicado de prensa.
Cifarelli afirmó, además, que durante diciembre se comercializó un volumen equivalente “a alrededor de un mes y medio de molienda” y que la entrega de ese producto se realiza con normalidad,
No obstante, advirtió que desde las fiestas de fin de año no se puede reponer mercadería y la provisión actual sale de “stock de seguridad” que poseen para este tipo de situaciones.
Según el directivo, el principal problema que enfrenta el sector es que los productores no “están atraídos” a vender trigo debido a una falta de incentivos o estímulos por parte de las autoridades.
“No deberían crear herramientas coercitivas como por ejemplo un aumento de retenciones o el cierre de exportaciones, sino más bien generar estímulos para que el productor quiera vender los granos”, Indicó la industria molinera en un comunicado.
El directivo precisó además que otro factor que afecta directamente a la industria molinera es el precio controlado de la harina que rige desde el 6 de marzo de 2020.
En este sentido, Cifarelli sostuvo que desde esa fecha pudieron “tener solo dos aumentos, uno del 5% y otro del 4%”.
También destacó que en el informe interanual del Indec, el precio de la harina es lo que “menos subió” mientras que el del trigo, que representa el 80% del costo de la harina, avanzó 61%.
“Tener el precio fijo con un 9% acumulado de un año contra un 61% de aumento de materia prima básica, más la inflación normal del orden del 35/40% es insostenible”, afirmó.
Cifarelli indicó que el valor de la harina cuando se congelaron los precios era de alrededor de $620 la bolsa de 25kg de panadería, mientras que hoy cuesta cerca de $700, y sostuvo que la industria requiere “un valor similar a 850/900 pesos más impuestos.
El kilo de harina de la canasta básica argentina, comparada con más de 20 países, es la más barata ya que cuesta 0,46 centavos de dólar.
“Si el trigo es precio mundial, si la harina es la más barata del mundo y el pan es a precio mundial, evidentemente la complejidad es enorme”, concluyó el representante de FAIM.
Telam