En Huanguelén, una localidad del suroeste bonaerense, las recientes inundaciones han puesto a prueba la resiliencia de sus habitantes. Entre ellos, Juan Curzel, un joven productor de 19 años, enfrenta con determinación los desafíos que el clima impone a su pasión por el campo.
La vida en “El Recuerdo” antes de las inundaciones
A diez kilómetros de Huanguelén, en el establecimiento “El Recuerdo”, Juan decidió continuar con la tradición familiar tras finalizar la secundaria. “Terminé la secundaria y decidí quedarme en el campo para ayudar a mi papá. Es un establecimiento chico, pero con esfuerzo estamos creciendo”, comenta con entusiasmo.
La rutina diaria de Juan incluye alimentar a los animales en el feedlot, revisar los gallineros y atender las necesidades del campo. “Acá no hay sábados ni domingos cuando es época de siembra”, señala. A pesar de las largas jornadas, Juan valora la responsabilidad que conlleva su labor y la posibilidad de crecimiento futuro.
El impacto de las inundaciones en Huanguelén
En marzo de 2025, Huanguelén sufrió lluvias extremas que acumularon más de 620 milímetros en pocos días, afectando gravemente la zona rural. “Desde el mediodía hasta la una de la mañana cayeron 250 mm, y en los días siguientes se acumuló un total de 620 mm. Nunca vi algo así”, relata Juan.
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Las consecuencias de estas precipitaciones fueron devastadoras para “El Recuerdo”. Los campos quedaron anegados, el pasto destinado al ganado se perdió y la logística diaria se complicó debido al estado de los caminos. La familia Curzel enfrenta dificultades para alimentar a sus animales, ya que el pasto quedó bajo el agua y deben recurrir a reservas de heno.
Resiliencia y compromiso con el arraigo rural
A pesar de las adversidades, Juan mantiene firme su compromiso con el campo y el arraigo rural. Su historia refleja la pasión y dedicación de quienes eligen la vida rural, enfrentando desafíos climáticos y económicos con esperanza y esfuerzo.
La situación en Huanguelén es un recordatorio de la importancia de apoyar a los productores locales y promover políticas que fortalezcan el arraigo rural, garantizando la sostenibilidad de las comunidades agropecuarias frente a los desafíos del cambio climático.
