En septiembre, la industria argentina de molienda de soja se potenció gracias a una gran cantidad de soja importada. Con 652,500 toneladas provenientes de Paraguay y Uruguay, el país logró suplir la demanda de materia prima para la molienda, alcanzando un volumen total de 4,1 millones de toneladas. Este nivel de procesamiento fue el segundo más alto en el año, solo superado por el récord de julio. Sin el apoyo de estas importaciones, el uso de la capacidad instalada (UCI) habría quedado en un bajo 58%, afectando no solo la actividad industrial sino también el empleo en el sector.
Aumento en las exportaciones y un octubre récord en ingresos
Las exportaciones de subproductos de la soja mostraron una tendencia positiva. Durante septiembre, las exportaciones de harina de soja crecieron un 14%, alcanzando los 2,4 millones de toneladas. También aumentaron las exportaciones de aceite de soja en un 25% respecto al mes previo, sumando 513,000 toneladas. Estas cifras contrastan con la caída en las exportaciones de poroto de soja, trigo y aceite de girasol, pero reflejan el papel clave de los derivados de la soja en el agroexportador.
En octubre, el ingreso de divisas por exportaciones de granos y sus derivados alcanzó un nivel récord de 2,553 millones de dólares, un valor superior al mes anterior y significativamente alto para esta época del año. Este desempeño se debió a la fijación de precios y la comercialización de productos a futuro, lo que refleja una mejora en la liquidez del sector. En lo que va del año, el acumulado en ingresos por exportaciones llegó a 21,125 millones de dólares, un 21% más que en 2023.