En su informe mensual el Departamento de Agricultura elevó de 120,70 a 124,90 millones de toneladas el cálculo sobre la producción; la posición septiembre de la oleaginosa descendió de 363,30 a 356,87 dólares por tonelada, el nivel más bajo desde septiembre de 2020
Como reflejo de la buena relación que clima y cultivos sostienen desde el inicio de la siembra de soja en Estados Unidos, allá por abril, hasta estos días, cuando falta poco más de un mes para el inicio de la cosecha, el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA, por sus siglas en inglés) elevó hoy en su informe mensual de estimaciones agrícolas de 120,70 a 124,90 millones de toneladas su cálculo sobre el volumen de la producción 2024/2025 de la oleaginosa y la ubicó en un nivel récord histórico, al superar la anterior mayor marca que, con 121,50 millones de toneladas, distinguió a la campaña 2021/2022.
Este hecho acentuó la caída del valor de la soja en la Bolsa de Chicago donde, en su quinta rueda bajista seguida, el ajuste de la posición septiembre retrocedió de 363,30 a 356,87 dólares por tonelada, el nivel más bajo desde los 356,23 dólares del 4 de septiembre de 2020. El contrato noviembre –marca la entrada del grano nuevo en el circuito comercial– descendió de 368,36 a 362,29 dólares.
Los 124,90 millones de toneladas ahora proyectados por el USDA no solo superaron los 121,62 millones previstos en promedio por el mercado, sino que quedaron afuera del rango de todas las cifras aportadas por los operadores, que fue de 119,21 a 124,24 millones de toneladas.
La sorpresiva nueva cifra oficial se sustento en dos datos clave: rinde récord y más área por cosechar. Sobre lo primero, luego de utilizar entre mayo y julio un rendimiento de tendencia de 34,97 quintales por hectárea, el USDA comenzó a tener en cuenta para su informe los relevamientos sobre el estado de los cultivos que el propio organismo publica cada lunes –hoy mantuvo el 68% de la soja en estado bueno/excelente, contra el 59% de igual momento de 2023– y eso lo llevó a proyectar un rinde de 35,78 quintales por hectárea, que superó los 35,31 quintales augurados por los operadores. Y respecto de la superficie, los técnicos del organismo incrementaron de 34,52 a 34,92 millones de hectáreas el área que llegará a la cosecha, contra los 34,44 millones estimados por los privados en la previa del reporte.
Por el peso de la mayor cosecha, sin el auxilio de la molienda –fue mantenida en 66 millones de toneladas– y con un magro aumento en la previsión de exportaciones –de 49,57 a 50,35 millones–, las existencias finales 2024/2025 en Estados Unidos fueron proyectadas por el USDA en 15,25 millones de toneladas, arriba de los 11,85 millones del reporte de julio y de los 12,66 millones pronosticados por los operadores. Respecto de los 9,39 millones de toneladas de la campaña 2023/2024, el nuevo dato de stock final implica un salto del 62,4%.
Sobre las exportaciones, los 50,35 millones de toneladas que Estados Unidos prevé vender en esta nueva campaña son un 14% inferiores a los 58,57 millones exportados en el ciclo 2021/2022, cuando se logró la cosecha récord ahora desplazada. Al respecto, además de la fuerte y siempre creciente competencia que representa Brasil para las aspiraciones de los exportadores estadounidenses, el mercado mantendrá la nueva estimación oficial de ventas ad referendum de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre próximo, dado que un eventual triunfo de Donald Trump podría afectar las relaciones comerciales con China, el principal comprador mundial de soja. En el peor momento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China las exportaciones estadounidenses de soja cayeron de 58,07 a 47,72 millones de toneladas, entre las campañas 2017/2018 y 2018/2019, cuando las cosechas fueron de 120,07 y de 120,52 millones de toneladas, respectivamente.
En su informe, el USDA mantuvo sin cambios sus cifras sobre la producción y sobre las exportaciones de Brasil, tanto las del ciclo 2023/2024, con 153 y con 105 millones de toneladas, como las de la campaña 2024/2025 –la siembra comenzará el mes próximo–, con 169 y con 105 millones de toneladas, respectivamente. Sobre la cosecha nueva brasileña, el dato del organismo estadounidense guardó cierta relación con lo augurado por los privados. Por ejemplo, StoneX Brasil espera 165 millones de toneladas, mientras que Safras & Mercado prevé 171,50 millones de toneladas.
Para la Argentina, el USDA redujo hoy de 49,50 a 49 millones de toneladas su estimación sobre la producción 2023/2024, frente a los 50 y a los 50,50 millones de toneladas calculados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), respectivamente. La cosecha 2024/2025 el organismo de EE.UU. la proyectó en 51 millones de toneladas.
Las bajas externas tuvieron hoy su correlato en el mercado argentino, donde las pizarras del Matba Rofex reflejaron quitas de US$4,50 y de 3,50 sobre los contratos septiembre y noviembre de la soja, cuyos ajustes fueron de 302 y de 301,50 dólares por tonelada. En la plaza física, la BCR informó que las propuestas de las fábricas retrocedieron de 280.000 a 270.000 pesos por tonelada de la oleaginosa para negocios a remitir o para fijaciones.
Cifras para el maíz y el trigo
En su informe mensual, el USDA elevó hoy de 383,56 a 384,74 millones de toneladas su estimación sobre el volumen de la cosecha de maíz estadounidense 2024/2025, un dato que quedó por encima de los 383,86 millones previstos por el mercado, pero abajo del récord histórico de la campaña anterior, cuando se levantaron 389,69 millones de toneladas.
Si bien el organismo incrementó la valoración del rinde promedio estadounidense de 113,61 a 114,92 quintales por hectárea, el impacto sobre el número final de la producción fue amortiguado por un recorte en la estimación de área que llegará a la cosecha, de 33,75 a 33,47 millones de hectáreas.
El dato oficial sobre las existencias finales de EE.UU. fue de 52,67 millones de toneladas y quedó debajo de los 53,26 millones del informe del mes pasado y de los 53,24 millones estimados por los operadores. Esto estuvo relacionado con la previsión de exportaciones por 58,42 millones de toneladas, contra los 56,52 millones calculados en julio.
Ese último dato le posibilitó al maíz un cierre positivo hoy en Chicago, donde los ajustes de los contratos septiembre y diciembre subieron de 148,32 a 150,88 y de 155,50 a 158,06 dólares por tonelada. Este nivel de precios se mantuvo, sin embargo, como el más deprimido desde octubre de 2020.
En cuanto a la Argentina, en su informe mensual el USDA hizo un parcial reconocimiento de las pérdidas ocasionadas por la chicharrita, al ajustar de 52 a 50 millones de toneladas el volumen de la producción 2023/2024 y de 37 a 35 millones de toneladas la previsión de exportaciones.
El dato de la producción dado por el USDA se mantuvo arriba de los 47,50 millones de toneladas estimados por la BCR y de los 46,50 millones calculados por la BCBA.
Acerca del trigo, en su reporte mensual el USDA redujo hoy de 54,66 a 53,93 millones de toneladas su estimación sobre la cosecha de Estados Unidos, en tanto que las existencias finales las estimó en 22,53 millones de toneladas, por debajo de los 23,31 millones proyectados en julio y de los 23,46 millones calculados por los privados.
Para Rusia, el principal exportador mundial de trigo, el USDA mantuvo sin cambios su estimación sobre las ventas externas, con 48 millones de toneladas, mientras que para Ucrania la elevó de 13 a 14 millones. El único recorte en materia de oferta el organismo lo hizo sobre la Unión Europea, de 34,50 a 34 millones.
El mercado esperaba recortes en la oferta exportable de la zona del Mar Negro y un ajuste mayor para el bloque europeo, en vistas de los problemas que transitan algunos de los principales países productores, como Francia y Alemania. Como eso no sucedió, la posición septiembre del grano fino en Chicago y en Kansas bajó hoy US$2,11, al pasar su ajuste de 199,31 a 197,20 y de 203,54 a 201,43 dólares por tonelada, respectivamente.