La cosecha de cereza en Mendoza avanza a buen ritmo, con un panorama alentador en términos de volumen y calidad. En el oasis Norte, la cosecha de cerezas ya se está promediando la recolección, mientras que en el Valle de Uco las labores recién comienzan. Aunque se prevé una campaña prometedora, productores señalan que el abundante cuaje de los frutos ha resultado en calibres más pequeños en algunas fincas.
Un invierno favorable y raleo como clave para la calidad
Diego Aguilar, presidente de la Cámara de Cerezas de Mendoza, destacó que este año las condiciones climáticas jugaron a favor. “El invierno acumuló una excelente cantidad de horas de frío, y la primavera cálida favoreció un cuaje abundante. Esto es positivo, pero también ha generado frutos algo más pequeños en ciertos casos”, explicó.
El raleo, una técnica fundamental para el cultivo de frutas de carozo, ha sido indispensable para manejar este exceso de cuaje. Nicolás Güizzo, de la empresa Güizzo Frutas Frescas S.A., detalló que esta labor les permitió ajustar la carga de las plantas y garantizar el calibre óptimo para el mercado. “Tuvimos que intervenir para lograr un equilibrio entre cantidad y tamaño, algo clave para responder a la demanda”, agregó.
Cosecha adelantada: ventaja competitiva para mercados clave
Este año, la cosecha se adelantó varios días respecto a campañas anteriores. Este factor permite a los productores mendocinos acceder a mercados internacionales y locales con mejores precios al ser los primeros en ofrecer el producto.
“Gracias al adelantamiento, podemos abastecer tanto al mercado interno como a destinos estratégicos como China, Estados Unidos e Inglaterra”, comentó Aguilar. Además, resaltó la relevancia del mercado chino, donde la cereza argentina ha ganado terreno. Mendoza busca posicionarse como proveedor clave para el Año Nuevo chino, aprovechando la alta demanda de variedades como Lapins.
El mercado interno también sigue siendo importante. Según Aguilar, Buenos Aires, con más de 20 millones de habitantes, representa un núcleo significativo para la comercialización de cerezas tempranas, especialmente en épocas de atraso cambiario.
Tecnología e innovación: pilares del crecimiento del sector
La incorporación de tecnología sigue siendo un factor decisivo para el desarrollo de la producción de cerezas en Mendoza. Los productores han implementado avances como el riego subarbóreo, techos plásticos para proteger los cultivos de la lluvia y heladas, y sistemas antigranizo.
Güizzo destacó que estas herramientas no solo mejoran la calidad de la fruta, sino que también permiten adelantar la cosecha, logrando precios más competitivos. “Hemos invertido en variedades tempranas y en tecnología que asegura la producción, incluso frente a desafíos climáticos. Esto genera confianza en los mercados internacionales y facilita acuerdos de largo plazo con importadores”, señaló.
El presidente de la Cámara de Cerezas de Mendoza también subrayó la importancia de la innovación varietal. Actualmente, los genetistas trabajan en variedades con bajos requerimientos de horas de frío, algo crucial en zonas con inviernos menos intensos.
Expansión y sostenibilidad como estrategias futuras
La rentabilidad de la cereza ha captado la atención de productores e inversores, incentivando la reconversión de cultivos hacia este frutal. Facundo Quirós, gerente de la Cámara de Cerezas de Mendoza, destacó que el profesionalismo y la incorporación de tecnologías avanzadas han sido clave para que el sector crezca.
Además, los productores exploran nuevas zonas de cultivo, como un proyecto piloto en Jujuy liderado por Güizzo Frutas Frescas S.A. “Aunque todavía estamos ajustando detalles técnicos, esta experiencia nos da un panorama alentador para diversificar la producción”, comentó Güizzo.
Por otro lado, la sostenibilidad sigue siendo una prioridad. Aguilar señaló que lograr el estatus de zona libre de mosca de la fruta en todo Mendoza permitirá acceder a mercados internacionales con mayor fluidez, eliminando la necesidad de tratamientos de frío en tránsito.