Un conflicto laboral en la cadena comercial de granos se mantiene sin resolucion desde el 11 de noviembre, cuando la Union de Recibidores de Granos y Anexos de la Republica Argentina (Urgara) inicio una medida de fuerza en la rama de acopio tras no llegar a un acuerdo salarial con las camaras empresarias. La protesta se desarrolla a lo largo del pais: los trabajadores concurren a las plantas pero no realizan tareas. En las otras ramas del sector -puertos, control y exportacion- las operaciones continuan porque la Secretaria de Trabajo dicto conciliacion obligatoria.
La discusion salarial no avanzo en la reunion virtual convocada por la Secretaria de Trabajo, en la que las partes permanecieron en salas separadas y no hubo dialogo directo. El encuentro, que duro poco mas de media hora segun versiones oficiales, no genero propuestas nuevas ni acercamientos. Ante la falta de avances, el Gobierno decidio pasar a un cuarto intermedio y volver a convocar a las partes el 9 de diciembre con la intencion de retomar la negociacion.
La Federacion de Acopiadores, representada por su presidente Fernando Rivara, cuestiono las demandas y la modalidad de la protesta. En dialogo con LA NACION, Rivara dijo que no dialogaran mientras se mantengan “medidas de fuerza tomadas antes de empezar cualquier instancia de negociacion” y rechazo lo que describio como una exigencia irrazonable por parte del sindicato. Afirmo ademas que el sector empresario ya realizo un esfuerzo salarial y se mostro dispuesto a defender tanto las fuentes de trabajo como el poder adquisitivo de los empleados, incluso en zonas afectadas por inundaciones donde se espera menor actividad de acopio el ano proximo.
Desde el sindicato Urgara sostienen que intentaron dialogar previamente para reclamar la revision del bono 2024, que segun senalan no se pago, y para avanzar en un esquema que elimine o reduzca las categorias por tonelaje, un criterio que determina los salarios en funcion del volumen de granos movilizado por cada planta. Segun fuentes sindicales consultadas por LA NACION, las empresas no respondieron formalmente a esas demandas, por lo que el paro se constituyo en la “ultima herramienta” disponible despues de intentos infructuosos de negociacion.
Urgara detallo una lista de reclamos salariales: una revision retroactiva del periodo enero-septiembre de 2025; una recomposicion correctiva para octubre, noviembre y diciembre; el pago anticipado del Recurso Especial Mensual (REM) trimestral; un anticipo para el primer tramo paritario de 2026; y el inicio de la discusion por un bono anual. El sindicato senalo que la Federacion de Acopiadores se nego a acordar el bono 2024. En un comunicado, Urgara afirmo que el conflicto persiste “no por falta de propuestas del sindicato, sino por la total ausencia de voluntad negociadora del sector empresario”, denunciando ademas actitudes dilatorias e intransigentes y practicas que califico como antisindicales, entre ellas otorgar aumentos voluntarios “por fuera de convenio y de la negociacion formal”.
Uno de los ejes mas conflictivos es justamente el esquema de categorias por tonelaje. Urgara sostiene que ese sistema dejo de ser controlable porque la informacion sobre los movimientos anuales de las plantas paso a ser confidencial y quedo bajo la administracion de ARCA. Por ello, reclama la eliminacion del esquema, argumentando que resulta imposible verificar los giros anuales de las plantas cuando la informacion es manejada de forma reservada. Para el sindicato, la ausencia de transparencia impide una correcta definicion de las categorias y, por extension, una negociacion salarial justa.
La Federacion de Acopiadores ofrecio una vision opuesta. Rivara estimo que la eliminacion del esquema de categorias implicaria un salto salarial “muy por encima de lo negociable”, calculando que su eliminacion podria significar un aumento del 28,8% en los sueldos. Ademas, cuestiono la propuesta sindical de aplicar ajustes segun indicadores propios del gremio, que a su juicio equivaldria a “un aumento adicional del 8% mensual”. Para Rivara, ante la falta de viabilidad de esas demandas, el sindicato opto por iniciar la medida de fuerza desde el comienzo de la negociacion.
Como gesto dentro del proceso negociador, y en un intento de morigerar el conflicto, la Federacion de Acopiadores y Coninagro recomendaron otorgar aumentos salariales mientras continua la paritaria: 3% para octubre, 2% para noviembre y 2% para diciembre, independientemente del resultado final de la negociacion colectiva. Rivara defendio esa postura como una muestra de voluntad para preservar ingresos y fuentes de trabajo sin dejar de cuestionar los reclamos sindicales que, a su juicio, exceden parametros razonables de negociacion.
Las posiciones permanecen enfrentadas. Urgara mantiene que las camaras empresarias no presentaron propuestas concretas para el sector de acopio y que, en cambio, adoptaron comportamientos dilatorios. Tambien denuncio practicas empresarias que, segun el sindicato, buscan debilitar la negociacion formal. Desde la camara empresaria, en tanto, se insiste en que las demandas formuladas por Urgara son inviables y que no existe base para las pretensiones sobre eliminacion de categorias y aplicacion de indices salariales propuestos por el sindicato.
El conflicto tiene impacto en la operativa logistica y comercial del pais, dado que las plantas de acopio son un eslabon clave en la cadena de comercializacion de granos. Aunque las operaciones en puertos y exportacion continuan por la conciliacion obligatoria, la paralizacion en acopio genera incertidumbre sobre el flujo de mercaderia y puede tensionar las relaciones entre productores, acopiadores y empresas exportadoras.
Tras la reunion virtual sin resultados, la Secretaria de Trabajo decidio reanudar el dialogo el 9 de diciembre, con la esperanza de que en ese encuentro haya avances. Hasta entonces, la protesta de Urgara sigue en pie y la contraparte empresaria mantiene su exigencia de que no se inicie una negociacion mientras dure la medida de fuerza. Ambos sectores han dado senales de no ceder de momento en sus posiciones fundamentales: el sindicato reclama revision de bonos, recomposiciones y cambios en el sistema de categorias; la representacion empresarial rechaza esas propuestas por consideradas desproporcionadas y reclama la vuelta a la mesa de dialogo sin medidas de fuerza previas.
Mientras tanto, la situacion en distintas jurisdicciones, como la planta de Carlos Casares en la provincia de Buenos Aires y agrupaciones de Urgara en Santa Fe, evidencia la amplitud del conflicto dentro del pais. Los plazos y la voluntad politica para mediar y encontrar soluciones seran determinantes para definir si la negociacion puede reanudarse con condiciones que permitan un acuerdo o si la medida de fuerza se prolongara, con las consecuencias operativas y economicas que eso conlleva para la cadena agroindustrial.












