Según un relevamiento realizado por especialistas del INTA Balcarce, los niveles actuales de materia orgánica en los suelos de toda la región pampeana están entre un 30 y un 40% por debajo de los que tenían los suelos en condición prístina.
Esta situación genera problemas físicos (estabilidad estructural y mayor riesgo de erosión) y menor disponibilidad de nutrientes en general para los cultivos, como la soja.
Este dato es tanto de los macronutrientes como el Nitrógeno, Fósforo, Potasio y Azufre; como de los micronutrientes, principalmente Zinc y Boro.
Juan Doll es ingeniero agrónomo y además es responsable técnico en Kioshi Stone y conversó con Palabra de Campo para dar algunas recomendaciones a los productores que estan encarando la siembra de la oleaginosa.
P: ¿Qué perspectivas tenes de la campaña de soja?
Una sequía que se extiende año tras año, un pronóstico Niño que tarda en llegar y a consecuencia de eso, una zona productiva triguera muy impactada. No tanto como la campaña anterior, pero sí golpeada negativamente con respecto a la seca. Las lluvias llegaron tarde, respondiendo por lo menos al pronóstico Niño que se atrasó, pero bueno, efectivamente llegó o está en transición. Estas lluvias por ahí llevan un poco tarde para el trigo, pero sí la realidad es que han acelerado bastante el proceso de siembra de soja.
P: ¿Qué recomendaciones le podemos dar al productor? Hay una necesidad evidentemente de que hay de aumentar la fertilización.
La soja sin dudad es un cultivo que responde mucho a la fertilización y está muy comprobado que diferentes estrategias de fertilización en soja generan mayores rendimientos. En orden temporal es muy importante considerar, bueno, siempre hacer un análisis de suelo previo, evaluar qué aspectos podemos corregir, qué se debe corregir, y saber que debemos anticiparnos a la siembra con la corrección de suelo si hubiese que hacerlo.
Al momento de la siembra, al igual que los inoculantes de semilla, hay varios productos que son fertilizantes. La fertilización en la semilla, que aportan macro y micronutrientes, que acompañan la implantación, el desarrollo inicial del cultivo, y que tienen por supuesto un impacto positivo en el rendimiento final.
Y de manera complementaria a la fertilización sólida, a la que estamos acostumbrados, los planteos de fertilización foliar en soja tanto en periodos vegetativos como reproductivos, generan un plus en el rendimiento que es muy interesante.
Si vos, por ejemplo, estás iniciando la siembra ahora, o la iniciaste hace algunas semanas, ¿cuál sería el mejor momento para empezar con la fertilización?
Si estoy por sembrar, incorporar fertilizantes que contengan cobalto, boro, molibdeno, que favorezcan a la nodulación, porque eso es un impacto muy positivo y es muy importante tenerlo en cuenta.
Después con el cultivo implantado hay dos momentos importantes para la aplicación de foliares. Uno en periodo vegetativo, entre V4 y V6, y otro en R1, con diferentes objetivos. En el primer ejemplo, en el primer caso, aumentar la hidromasa, básicamente es un parámetro relacionado de manera directa con el rendimiento, y las aplicaciones en periodos reproductivos, apuntando al aumento y muy importante la aplicación de boro en ese sentido, al aumento de la retención foliar y del cuajado, que también genera impactos muy positivos en cuanto al rendimiento.
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