A pesar de la reducción temporal de las retenciones implementada por el Gobierno de Javier Milei, los productores vendieron menos soja y maíz en comparación con el ritmo normal de los últimos ocho ciclos agrícolas. Así lo indica el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que destaca un atraso de 600.000 toneladas en soja y 100.000 toneladas en maíz frente a los promedios históricos.
Un incentivo que no aceleró la comercialización
El Gobierno anunció en enero una baja de retenciones hasta el 30 de junio de 2025 con el objetivo de aliviar a los productores y estimular la entrada de divisas. Se redujeron los derechos de exportación en:
- Soja: del 33% al 26%
- Harina y aceite de soja: del 31% al 24,5%
- Maíz, trigo y sorgo: del 12% al 9,5%
- Girasol: del 7% al 5,5%
Sin embargo, lejos de incentivar las ventas, el ritmo de comercialización de la campaña 2024/25 muestra un desempeño por debajo de los promedios históricos. Expertos del sector sostienen que los productores han decidido postergar las ventas a la espera de mejores precios en el mercado internacional y de mayor estabilidad en las políticas agropecuarias.
Menos soja y maíz en el mercado
El informe de la Bolsa de Cereales analizó la comercialización entre el 29 de enero y el 13 de marzo de 2025. En soja, los productores vendieron 3,22 millones de toneladas, lo que representa 1 millón de toneladas menos respecto del promedio de los últimos ocho años. Comparando con el mismo período de 2024, la merma fue de 600.000 toneladas.
El maíz sigue la misma tendencia: se comercializaron 2,34 millones de toneladas, 700.000 toneladas por debajo del promedio histórico. A diferencia de la soja, la comparación interanual marca una caída más leve, de 100.000 toneladas. En este contexto, el maíz ha sido particularmente afectado por la menor demanda externa, principalmente de China y Brasil, quienes han diversificado sus fuentes de abastecimiento.
Trigo, el único con aumento en las ventas
A contramano de la tendencia en soja y maíz, el trigo experimentó una suba de 300.000 toneladas en comparación con los promedios de los últimos ocho años. Entre enero y marzo de 2025 se vendieron 2,06 millones de toneladas, con una leve mejora frente al ciclo 2023/24. Este incremento se debe, en parte, a las expectativas de una mayor demanda global y a la necesidad de los productores de liquidez inmediata para afrontar costos de producción.
Atrasos en las ventas del ciclo 2024/25
Los datos del informe muestran un retraso generalizado en la comercialización de la campaña actual. Hasta el momento:
- Soja: 7,454 millones de toneladas vendidas, 22% menos interanual y 37% por debajo del promedio de los últimos cinco años.
- Maíz: 9,436 millones de toneladas, 29% menos interanual y 44% por debajo del promedio histórico.
- Trigo: A pesar del crecimiento interanual del 31%, sigue 16% por debajo del promedio de los últimos cinco años.
La incertidumbre en el mercado es otro factor que incide en la baja comercialización. Muchos productores esperan señales más claras sobre la evolución del precio internacional, la inflación y las posibles nuevas medidas económicas que pueda tomar el Gobierno en el segundo semestre del año.
Factores internacionales y su influencia en la comercialización
La situación en los mercados globales también ha tenido un papel fundamental en la dinámica comercial de los granos argentinos. La guerra en Ucrania, las fluctuaciones en el valor del dólar y la desaceleración económica de China han influido en la demanda de commodities agrícolas. Además, la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. ha impactado en la disponibilidad de crédito para importadores, lo que ha generado un freno en la compra de granos por parte de algunos países.
A esto se suma la competencia con Brasil, que ha logrado mejorar su logística de exportación y ha incrementado su producción, especialmente en soja y maíz. Este escenario ha obligado a los exportadores argentinos a reconfigurar sus estrategias de venta para mantener su presencia en los mercados internacionales.
Perspectivas para los próximos meses
El impacto final de la reducción de retenciones en las ventas se definirá en los próximos meses, cuando se evalúe si la medida generó un mayor flujo comercial antes del 30 de junio. Sin embargo, los analistas advierten que, si los precios internacionales no muestran signos de recuperación, es probable que los productores continúen retrasando sus ventas.
El sector agropecuario sigue a la espera de mayores definiciones en la política económica del Gobierno, así como de una estabilidad en las condiciones climáticas que permita proyectar con mayor certeza la próxima campaña. Mientras tanto, la competitividad del agro argentino en el mercado global dependerá de la capacidad de adaptación de sus productores y exportadores a las condiciones cambiantes del comercio internacional.