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El Gobierno decidió avanzar un paso más en su estrategia para incentivar el ingreso de divisas y anunció que también suspenderá las retenciones a la carne vacuna y aviar. La medida, oficializada por el vocero presidencial Manuel Adorni, tendrá vigencia hasta el 31 de octubre o hasta que se complete el cupo de US$7000 millones en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).
El anuncio se produjo pocas horas después de la baja a cero de los derechos de exportación a granos y subproductos agroindustriales, lo que configura un escenario inédito: ningún producto del complejo agropecuario argentino tributa retenciones durante este período. El equipo económico de Javier Milei busca, con este movimiento, acelerar la liquidación de divisas y reforzar las reservas del Banco Central en medio de la incertidumbre cambiaria.
“Este es el único Gobierno que, ante las adversidades, responde bajando impuestos”, expresó Adorni, al comunicar la decisión en la red social X. De esta manera, la administración libertaria intenta enviar una señal de confianza a los productores y exportadores en un contexto donde la estabilidad cambiaria se volvió prioritaria.
La carne vacuna, bajo la lupa
Hasta ahora, la única categoría bovina que pagaba derechos de exportación era la de novillo, con un 5%. Con la nueva resolución, este segmento se suma al resto de las categorías que ya estaban exentas, configurando una quita total. Según datos oficiales, en agosto las exportaciones de carne alcanzaron los US$372 millones, de los cuales US$253 millones correspondieron a novillo.
El analista Diego Ponti, de AZ Group, calculó que el Estado dejará de percibir cerca de US$13 millones por mes en retenciones a esta categoría. “Es un monto insignificante en términos fiscales, pero representa un alivio para la cadena exportadora”, explicó. Sin embargo, advirtió que la mejora no se trasladará de manera directa al productor, ya que depende del modelo de negocio de cada frigorífico y del destino final de los cortes.
Víctor Tonelli, consultor ganadero, celebró la decisión y la consideró “una medida en la dirección correcta”. Para él, se trata de un estímulo concreto que refuerza la señal de previsibilidad hacia el sector. “El impacto en el consumo interno será mínimo, pero en la terminación del ganado la medida puede resultar muy positiva”, apuntó.
Desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), su presidente Daniel Urcía coincidió: “Es positivo que granos y carnes queden en la misma situación. Son eslabones de una misma cadena y deben estar alineados en términos de competitividad”.
El negocio avícola entre la expectativa y la incertidumbre
La suspensión de las retenciones también beneficia a la carne aviar, un rubro que venía tributando un 5%. Para el sector, la medida es bienvenida aunque enfrenta un desafío central: las restricciones sanitarias por influenza aviar mantienen cerrados algunos de los mercados más relevantes, como China, Chile y la Unión Europea.
Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia), destacó que “es una medida en el sentido correcto”, pero recordó que su duración depende del cumplimiento del cupo de liquidaciones. “Si los US$7000 millones se alcanzan antes del 31 de octubre, la ventaja se disolverá de inmediato. Eso genera incertidumbre para planificar”, advirtió.
En la misma línea, Carlos Sinesi, gerente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), señaló que la baja de retenciones en granos tendrá un efecto directo en los costos de producción avícola. “El maíz y la soja son la base de la alimentación. Con esta medida, los costos del pollo aumentarán entre un 5% y un 6%. La quita de retenciones compensa parcialmente, pero no alcanza para un cambio sustancial”, explicó.
En este contexto, el sector espera la reapertura de la Unión Europea en las próximas semanas, mientras que China y Chile podrían demorar más en habilitar nuevamente el comercio. La expectativa está puesta en aprovechar la ventana exportadora, aunque la sanidad animal sigue siendo el factor determinante.
Una estrategia de corto plazo con debate abierto
El movimiento oficial responde a una necesidad inmediata de sumar dólares a las reservas, pero también vuelve a instalar el debate sobre el futuro de las retenciones en la Argentina. Para los analistas, la medida genera un alivio temporal y mejora la competitividad exportadora, aunque el verdadero impacto se verá limitado por la evolución del tipo de cambio.
Ponti lo sintetizó con claridad: “La devaluación o apreciación del dólar tiene un efecto mayor que la baja de un 5% en los derechos de exportación. Mientras que la medida alcanza solo a cortes exportables de novillo, el tipo de cambio impacta en toda la cadena”.
Desde el campo, las entidades celebran la decisión pero insisten en que no alcanza con un beneficio transitorio. “La eliminación de retenciones debe ser permanente para consolidar inversión, empleo y desarrollo”, repiten dirigentes de la Mesa de Enlace.
La discusión recién comienza y se dará en paralelo con el impacto inmediato en los mercados. Mientras tanto, la apuesta oficial es clara: incentivar la liquidación rápida de exportaciones y ganar tiempo en un escenario económico donde cada dólar cuenta.












