Un temporal extremo azotó el sur de Santa Fe y el norte de Córdoba, causando daños significativos en miles de hectáreas de producción agrícola. Los fuertes vientos, que alcanzaron ráfagas superiores a los 80 km/h, y la caída de granizo de gran tamaño afectaron campos de soja, maíz y otros cultivos clave para la agroindustria del país. En este artículo, analizamos las consecuencias del fenómeno climático en las zonas rurales de ambas provincias y las posibles repercusiones para los productores agropecuarios.
Daños en la producción agrícola de Santa Fe y Córdoba
El temporal comenzó el 27 de marzo de 2025, afectando con gran intensidad las regiones productoras de soja y maíz. En el norte de Córdoba y el sur de Santa Fe, los productores se enfrentaron a condiciones meteorológicas extremas, con vientos que superaron los 100 km/h y caída de granizo que destruyó gran parte de los cultivos en las primeras etapas de maduración.
En Santa Fe, las localidades de Casilda, Rosario y San Lorenzo fueron algunas de las más afectadas. En estos lugares, los productores vieron cómo las fuertes lluvias y el granizo destruyeron campos de soja y dañaron la infraestructura agrícola. La caída de árboles y la voladura de techos de silos y galpones fueron algunos de los efectos más notables del temporal. Según los primeros informes de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se estima que más de 30.000 hectáreas de soja fueron afectadas, lo que podría traducirse en una reducción significativa en el volumen de la cosecha.
Temporal:
Córdoba! (ayer) pic.twitter.com/ZdbNed7JDb— Roberto José Duarte (@RobertoJosDuar1) March 28, 2025
En Córdoba, las localidades de Ucacha, Laborde y Río Cuarto también sufrieron el impacto de este temporal. En estos lugares, los vientos de gran intensidad y el granizo afectaron no solo a la producción agrícola, sino también a la infraestructura rural. Las pérdidas en los cultivos de soja y maíz son significativas, y los productores temen que esto afecte sus ingresos para toda la campaña.
Los daños no solo se limitan a la agricultura. La red de caminos rurales, ya de por sí afectada por el clima en otras épocas, también sufrió importantes perjuicios. Muchos productores se vieron imposibilitados de acceder a sus campos, lo que retrasó aún más las labores de cosecha y siembra.
Impacto económico para los productores agropecuarios
El impacto económico de este temporal se extenderá más allá de las pérdidas directas en los cultivos. La reducción en la producción de soja y maíz afectará los ingresos de miles de productores, quienes ahora enfrentan el desafío de recuperar sus campos y de manejar los costos asociados con la reparación de daños a la infraestructura. Además, las aseguradoras se encuentran evaluando la magnitud de las pérdidas, lo que podría llevar algún tiempo.
Con una cosecha de soja que ya se encontraba en la etapa final, los daños en los cultivos afectarán la calidad de la producción y, por ende, el precio que los productores podrán obtener en el mercado. Para los agricultores que no tienen acceso a seguros o que no pueden costear los arreglos, las consecuencias serán aún más graves.
Los productores de maíz, que aún están en plena cosecha, también enfrentarán problemas derivados de la caída de granizo y el viento. Aunque algunos cultivos podrían salvarse, la calidad de la cosecha podría verse comprometida.
Respuesta ante el temporal: medidas para la recuperación
Ante esta situación, las autoridades de Santa Fe y Córdoba, junto con entidades como la Federación Agraria Argentina (FAA), han comenzado a tomar medidas para brindar apoyo a los productores afectados. Se han dispuesto subsidios de emergencia y asistencia técnica para evaluar los daños, aunque muchos agricultores sostienen que las ayudas tardarán demasiado en llegar.
Por otro lado, algunos productores han solicitado mejor acceso a seguros agrícolas y una mayor infraestructura de prevención, ya que consideran que el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos se han vuelto más frecuentes en los últimos años.
La importancia de la tecnología para mitigar daños
Este tipo de fenómenos extremos pone en evidencia la necesidad de adoptar tecnologías que permitan a los productores proteger mejor sus cultivos. Algunos expertos sugieren que las tecnologías de alerta temprana, como los sistemas meteorológicos avanzados, pueden ayudar a reducir los daños en el futuro. Además, el uso de sistemas de riego eficientes y la selección de cultivos más resistentes a los cambios climáticos podrían ser clave para mitigar los efectos de futuros temporales.
Reflexión final: un desafío constante para la agricultura argentina
La agricultura argentina ha mostrado una enorme capacidad de resiliencia a lo largo de los años, pero el cambio climático pone en peligro la estabilidad de este sector. Los productores, al igual que las autoridades y las empresas del sector, deben adaptarse a estas nuevas condiciones climáticas extremas. Aunque el temporal de marzo de 2025 fue devastador, también es una oportunidad para reflexionar sobre las mejoras que se pueden implementar en las estrategias de manejo agrícola.












