Javier Milei fue el primer Presidente en salir a desconocer los resultados de las elecciones en Venezuela. Su acción responde a una postura muy clara de cómo se para ante el mundo y cuál es el eje que no está dispuesto a ceder.
La decisión es un paso más en su intención de posicionarse como un líder mundial tal cual él mismo se ha reconocido.. Un referente de una corriente de pensamiento que se contraponga con el socialismo y los países que lo pregonan.
Para esa acción, Venezuela es ideal por lo que representa para la política argentina en la dicotomía de amigo/enemigo que aquí, en los últimos años se traduce en Kirchnerismo vs antikirchnerismo. E históricamente fue peronismo/antiperonismo. El Presidente empezó a construir, dentro de esa lógica, otra confrontación: “Mileismo” vs “anti mileismo”.
Estar a favor del régimen chavista o estar en contra define lineamientos internos. Y, al mismo tiempo, puede generar conflictos dentro de una misma fuerza política. El kirchnerismo se ha establecido siempre como una fuerza política aliada al gobierno venezolano, con distintos niveles de intensidad dependiendo los dirigentes.
Nunca fue lo mismo Sergio Massa – el miércoles el Frente Renovador publicó un comunicado pidiendo la muestra de las actas- que Cristina Kirchner – tampoco dijo una palabra, quizá el sábado desde México – o La Cámpora. Hay sectores más radicalizados que son periféricos dentro de la organización kirchnerista pero que suelen ser ruidosos y nunca son desmentidos por la propia conducción.
Es interesante cómo está lógica sirvió para mostrar matices, incluso, en los propios municipios. Los intendentes peronistas del conurbano, en su mayoría, prefirieron el silencio. Salvo alguna excepción como la de Ariel Sujarchuk, el alcalde de Escobar al cual cuesta ubicar en el mapa. Fue un ferviente K cuando trabajaba para Alicia Kirchner para luego emparentarse con Sergio Massa.
Sin embargo, siempre hizo ruido entre sus pares sus vínculos con dirigentes del Pro como Ritondo o el siempre resbaladizo Fabián Perechonik. Además de sus contactos con ex integrantes de la SIDE. En este caso, habló de un proceso “confuso” y de “falta de transparencia”. En el Frente Renovador, antes del comunicado que refrenda la posición histórica de Massa de condenar al régimen, Sebastián Galmarini también expresó sus dudas sobre la legitimidad del ¿triunfo? de Maduro.
Entre quienes se oponen a Maduro, ese arco lo ocupaba como máxima referencia institucional el ex presidente Mauricio Macri quien, durante su presidencia reconoció a Juan Guaidó como Presidente encargado. Ahora, Macri se sostiene en esa posición pero es Milei quién captura la representación del anti chavismo que es, en definitiva, el anti kirchnerismo.
La simbiosis entre los K y Venezuela está fuera de discusión. Ha sido o es de tal profundidad que llevó, por ejemplo, a la firma del memorándum con Irán. El gobierno Iraní, detrás del atentado a la AMIA, hoy es parte central del esquema de poder en el gobierno de Nicolás Maduro. Junto a Cuba, tienen injerencia en amplias áreas del Estado e incluso ya instalaron fábricas de producción de drones que luego venden, por ejemplo, a Rusia.
El Presidente Javier Milei sabía que el escenario más posible que se iba a dar el domingo fue, finalmente, el que sucedió. En primer lugar, la oposición con datos reales que ganaba y el gobierno demoraría la difusión de los mismos. Y luego, que el propio gobierno a través del Consejo Electoral que maneja, iba a difundir el resultado y esto no sería aceptado por la oposición lo cual abriría una lucha que aún sigue en su escalada de violencia.
Nicolás Maduro le ha dado entidad a Milei como su máximo adversario después de Estados Unidos. Lo atacó en cada discurso que efectuó tras las elecciones y ordenó asediar la embajada argentina en Caracas. Desde el momento en que se decidió darle refugio a 6 integrantes de la campaña de María Corina Machado que eran perseguidos por el régimen, la situación se tensó aún más.
El lunes por la noche, cuatro vehículos de la DAE (Dirección Estratégica y Táctica) llegaron al lugar con personal encapuchados para amedrentar. Luego, María Corina Machado dio la orden de ir hacia la Embajada para apoyar a Argentina y la situación se calmó. La noche del martes fue extremadamente tensa luego de un corte de energía eléctrica más grave que en otras ocasiones, ya que quitaron la red troncal que suministraba energía. Este jueves la representación diplomática argentina tiene que regresar.
La radicalización del régimen de Maduro y sus agresiones a la Argentina pone en aprietos también aquí los apoyos locales. Se le hace difícil a la dirigencia política opositora a Milei seguir mirando para otro lado.
YPF, otro elemento polarizador
Además de Venezuela, en la política doméstica, el plan de confrontación que pregona el gobierno de Milei con Axel Kicillof como máximo contrincante tuvo la definición de YPF en donde se realizará la millonaria inversión con Petronas para la instalación de una planta de licuefacción. En un comunicado, la empresa explicó la decisión unánime del directorio en base a elementos técnicos.
Sin embargo, sobrevuelan las razones políticas. Ya la semana pasada Milei había adelantado que la no adhesión al RIGI por parte de la Provincia de Buenos Aires la llevaría a perder la inversión. Una vez consumado el hecho, el gobernador sostuvo que la determinación era “ideológica” y un castigo por no haber acompañado la ley Bases. En cualquiera de las circunstancias, aquí hay otro elemento polarizador de cómo ha planteado su estrategia el gobierno nacional.
Un sistema que ha entrado en crisis y produce estallidos.
Dos temas que fueron adelantados en este espacio con antelación, están arrojando novedades importantes. El primero de ellos tiene que ver con la salida de Luis Adrián Luque de la titularidad de Ferrocarriles Argentinos, tras una serie de episodios que lo arrojaron fuera de la empresa como consecuencia de manejos oscuros, supuestos pedidos de coimas y “mexicaneadas”.
El ahora ex funcionario, que intentó resistirse a su salida amenazando que “iba a hablar”, ya había abandonado el Frente Renovador hace tiempo. Es cierto que llegó a Trenes en la administración anterior por estar cerca del Ministro de Transporte de la Provincia de Buenos Aires Jorge D´Onofrio y por ende de Massa. Pero con ambos terminó mal. Y por las mismas razones. Problemas de negocios. Nada que ver con la capacidad o no para gestionar.
Al contrario con lo que siempre se creyó, Luque permaneció el el gobierno de Javier Milei por haberse aliado al empresario Fabián Carballo, cercano a Massa pero que se jacta de tener mejores vínculos con la actual administración libertaria. Como en muchas áreas del gobierno – la aduana, por ejemplo – los entrecruzamientos son aún difíciles de desentrañar entre libertarios, massistas o de otras extracciones. Consecuencias lógicas de cómo se articuló y financió la campaña de Milei, al menos hasta la primera vuelta.
Estos cruces, repiten nombres y métodos. Desde hace un mes que el Ministro de Transporte de la provincia de Buenos Aires Jorge D´Onofrio está apuntado y es motivo de rumores. Es por la queja de los intendentes bonaerenses por el funcionamiento de un sistema de borrado de multas que les ha quitado recaudación a las comunas.Axel Kicillof ya recibió el reclamo en persona, buscan que el sistema pase bajo la órbita municipal. Las revelaciones – fueron primicias aquí – provocan todo tipo de especulaciones. En mesas bien informadas dan por hecho que D´Onofrio dejaría de ser el Ministro.
El nombre que más ha sonado para reemplazarlo es el de Martín Marinucci, pero el ex titular de Trenes Argentinos lo niega. Dice no saber nada. En el massismo, reina el silencio pero nadie se anima a confirmar ni descartar nada. La última palabra la tiene, como siempre, Sergio Massa. ¿Es cierto que ya se comprometió con intendentes y empresarios a avalar modificaciones? ¿De nombres o de funcionamiento? Es lo que esperan con ansiedad los alcaldes. El tema, siempre, puede escalar un poco más.
