Venezuela y Argentina en el top; así cerró la inflación 2022 en América Latina

Muy posiblemente, el 2022 sea recordado en el mundo entero como un año en el cual decenas de países en los cuales la gente había olvidado el significado de la palabra inflación volvieron a vivir momentos de angustia debido al alza generalizada de precios.

En el caso de América Latina se observa un panorama heterogéneo, que incluye a países como Venezuela y Argentina, que ocupan lugares en el podio mundial de la inflación, y otro como Panamá o Bolivia, que están entre los menos inflacionarios del mundo.

Entre esos polos vemos algunos casos intermedios de países que en 2022 sufrieron alzas de precios que no observaban desde hacía varias décadas, pero que finalizaron el año con una desaceleración. Sin embargo, todos son conscientes de que el problema estará presente en 2023.

Al ver lo que sucedió en algunas de las principales economías de la región podemos observar que:

En Brasil, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) había llegado a 12,13% interanual en abril (máximo valor en 27 años) y desde ahí empezó a bajar. El 2022 concluyó con una inflación anual del 5,89% en la principal economía de la región.
México, en tanto, llegó en agosto a un IPC de 8,7%, en lo que fue la cifra más alta en 22 años. En los últimos meses empezó a descomprimir y cerró el año en 7,82%.
En Chile la situación mostró vaivenes. En agosto, la inflación llegó a 14,1% interanual, máximo nivel en 30 años. Luego empezó a descomprimir y se situó en 12,8% en octubre, aunque en noviembre el IPC sorprendió a todos y rebotó hasta 13,3%. Finalmente, cerró el 2022 en 12,8%. El Banco Central de Chile admite que 2023 será un año recesivo, ya que se buscará acomodar las desequilibrios, para bajar la inflación.
En Colombia el camino ascendente aún no ha terminado y la inflación llegó al 13,12% interanual en diciembre, el valor más alto en 23 años.

Estos son los países que sufrieron más inflación en 2022

Si bien varios fueron varios en la región los que sufrieron los embates de los precios, en estos años marcados por la megaemisión de dinero y los altos costos de las materias primas por la invasión rusa a Ucrania, lo cierto es que la mayoría de los países latinoamericanos atravesaron la situación sin llegar a vivir la zozobra de los años 80 o 90, cuando era habitual que algunos de los mencionados tuvieran tres o cuatro dígitos de inflación.

Sin embargo, existen tres países que escapan a esta regla y que sí viven con incrementos de precios que para cualquier otro lugar son inverosímiles. Uno de ellos es Venezuela, que si bien dejó atrás la hiperinflación de cuatro años en 2021, sigue entre los países alzas de precios más desbocadas en el mundo. Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (un ente privado que lleva a cabo mediciones independientes del Banco Central), los precios aumentaron 37,2% mensual en noviembre y el incremento interanual alcanzó el 305,7%.

Inflación en Venezuela, según el OVFdfd — Inflación en Venezuela, según el OVF

Cabe señalar que en 2021 Venezuela había terminado el año con una inflación del 686,4%.

Otro país que viene sufriendo los embates de la inflación es Argentina, que cerró el 2022 con una inflación del 94,8%, el número más alto desde 1991. Y, a pesar de que el número es estrafalario, el Gobierno argentino respira con algo de calma ya que empezó a desacelerarse en los últimos meses.

Gentileza de Facimex Valoresdfd — Inflación en Argentina durante los últimos 30 años.Gentileza de Facimex Valores

No obstante, analistas consultados por Bloomberg Línea consideraron que la desaceleración inflacionaria en Argentina es transitoria y que el país podría terminar el 2023 cerca del 100% nuevamente.

También tiene un régimen de alta inflación Cuba, aunque allí es más difícil conseguir índices confiables. Una manera de aproximarse a lo que sucede es el llamado “índice Hanke”, que marca que los precios en Cuba habrían subido un 140% en 2022.

El economista Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins, suele publicar un ranking de inflación elaborado por él mismo, para el cual considera la inflación anual implícita en la paridad de poder adquisitivo que surge del tipo de cambio libre y del mercado negro. Este índice no puede ser comparado con el IPC de los países, pero, al menos, deja aproximarse a la problemática.