El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó que a la fecha, el 70% de los productores con más de 300 vacas en la provincia de Buenos Aires ya han realizado la DOES y obtuvieron su estatus sanitario.
En tanto, en el resto de los demás distritos del centro del país se alcanzó un cumplimiento de 55% y 70% del total de establecimientos con dichas características.
“Se destaca la colaboración y compromiso de los productores ganaderos para cumplir con la DOES y avanzar hacia el control y erradicación de la brucelosis”, subrayó la dependencia oficial en un comunicado de prensa.
La medida se inscribe en resolución N° 77/2021 de febrero pasado, que estableció que a partir del 31 de julio pasado los establecimientos ganaderos con hacienda superior a 300 vacas que no hayan presentado la DOES ante el Senasa, realizarán sus movimientos con destino a faena o remates feria con la leyenda “no Apto China”, hasta tanto cumplan con esta determinación obligatoria.
En este marco, quienes quieran movilizar su hacienda con dicho destino de exportación, podrán gestionar la cumplimentación de este requisito a través de su veterinario acreditado, y/o requerir asesoramiento en la Mesa de ayuda del Plan de Brucelosis y en la oficina del Senasa correspondiente a su jurisdicción.
En tanto, aquellos establecimientos que tienen hasta 300 vacas tienen tiempo hasta el 30 de noviembre para efectuar las tareas diagnósticas.
A principios de 2021, el Senasa actualizó su resolución 67/2019, que contó con el aval pleno de la cadena de carnes y entidades representativas de la producción, y que estableció el Plan Nacional de Control y Erradicación de Brucelosis Bovina.
Luego de sendas prórrogas, esta actualización ofreció cierta flexibilidad y una modalidad alternativa para realizar la DOES de manera estratificada y a través de un muestreo, para los rodeos de cría y ciclo completo, según lo acordado nuevamente entre todos los actores de la cadena cárnica.
El avance en el proceso de identificación de rodeos infectados y la eliminación de animales positivos, permitirá reducir la presencia de brucelosis bovina en el país, las pérdidas económicas asociadas y sobre todo, contribuir al resguardo de productores, veterinarios, trabajadores rurales y de la salud pública por tratarse de una enfermedad transmisible a las personas.