La Expo Rural es, por excelencia, el sitio para aproximarse a las costumbres camperas, a las vivencias criollas, y a la época naciente de nuestra Argentina. Así se está viviendo este domingo el Concurso de Aperos, entre otras actividades que tienen lugar en la Pista principal.
“Para nosotros es un día extraordinario y sin dudas también lo disfruta el público. Este es el público del tradicionalismo, que disfruta de lo que tiene que ver con el gaucho”, apuntó Alejandro Allignani, coordinador del Comité de Tradición de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
“Cuando se habla de tradición deben diferenciarse dos clases de gente que se dedica a conservarla: por un lado están los coleccionistas, que compran una pieza de gran valor -importante para que no se vaya del país- pero la guarda para él. El tradicionalista también invierte, pero es para mostrar y competir. Nos hace vivir la tradición”, explicó.
Allignani puso en valor una decisión institucional remarcando: “Gracias a este concurso, conjuntamente con el Museo Gaucho -instalado en el Pabellón Azul- hemos logrado que jerarquizadas colecciones privadas de coleccionistas estén en la Expo. Las trajeron para que todo el público, muchos extranjeros, y especialmente los nacionales, puedan ver qué es lo que usó el gaucho argentino”.
El coordinador del Comité de Tradición de la SRA destacó como ejemplo el poncho de Ricardo Güiraldes que se exhibe en el Museo. “Ese poncho pertenece a un señor que el año pasado fue campeón absoluto con su recado y compró esa pieza a un coleccionista y así ahora puede mostrarse”. En la misma línea ubicó a un pretal de hilado de plata, que concursó en Regionales.
Uno de los elementos más atractivos es el freno que perteneció a Justo P. Sáenz, uno de los nombres referenciales de la literatura tradicional argentina, que describió de manera inolvidable los usos y costumbres rurales. “En la Expo Rural pueden apreciarse piezas invalorables”, compartió.