En diálogo con Radio Colonia, Basterra afirmó que “el plan ganadero no es una letra escrita en piedra sino un proceso permanente que se retroalimenta en la relación, se potencian los instrumentos que se tiene, se identifican los problemas y oportunidades, y en la practica se ven las posibilidades de encontrar los intereses comunes”.
Por otra parte, en relación a las exportaciones de carne, explicó que “estamos en permanente auscultación de cómo evolucionan las variables de la economía en general y cómo impactan los precios, en este caso partiular, de un alimento tan sensible como lo es la dieta alimentaria y concepto cultural de carne en la Argentina”.
“Estamos en pleno proceso de resolución de irregularidades muy fuertes que han habido en el sistema ganadero, un componente especulativo y delictivo, operaciones financieras que generaron que la carne fuera un instrumento para la especulación, que generó un sobrecalentamiento de la plaza”, amplió.
Según el titular de la cartera agropecuaria, “se siguen identificando empresas falsas, que han subfacturado, que no ingresaron los dólares, gracias a normativas que nos dejaron, que eran demasiado laxas”.
A ello se sumó “un mercado externo que generó una demanda muy fuerte”, consignó el funcionario, al tiempo que consideró “bueno tener una demanda con precios que hacen que Argentina pueda ingresar divisas”.
Tras recordar que “estamos avanzando hacia porcentajes que rondan el 65 por ciento o un poco más”, Basterra aseguró que “trabajamos para ir ampliando progresivamente este porcentaje” y remarcó que “estamos bajo análisis”.
“La medida tuvo efecto sobre los precios de la ganadería, con ajustes que permiten que ahora pueda haber una oferta en el mostrador que se ha estabilizado, con algunos cortes en baja”, indicó.
“Aspiramos a que haya un esfuerzo compartido”, explicó, y agregó: “El sector productivo está teniendo un número que está en línea con no perder rentabilidad pero a la vez que se pueda generar cadenas que permitan el aprovisionamiento interno”.
En otro orden, señaló que “la Argentina es vanguardia en la producción de alimento de manera responsable, con respeto por el ambiente, principios que hacen a la sustentabilidad y que queremos poner en valor”.
“No se puede ser sesgado, hay que utilizar criterios objetivos para no caer en simplezas que hagan que pongan en compromiso los propios objetivos del desarrollo; a veces hay intereses subyacentes que tratan de utilizar la problemática del cambio climático para defender su producción y sus mercados, algo a lo que nos oponemos”, completó.