“Hoy lo que nos informó el presidente Xi (Jinping) es que había autorizado al Gobierno chino a que la Argentina disponga libremente de 25.000 millones de yuanes, que significan 5.000 millones de dólares”, anunció el presidente Alberto Fernández en Indonesia, donde se encuentra participando de la Cumbre de Jefes de Estado del G-20.
Un swap (“intercambio”, “cambio” o “canje”, en inglés) es un acuerdo financiero en el que una de las partes se compromete a pagar con determinada periodicidad una serie de flujos monetarios a cambio de recibir otra serie de flujos de la otra parte.
Fernández consideró el anuncio de Xi “una gran noticia” que agradeció “profundamente” por tratarse de “una excepción absoluta que hace China para con la Argentina”.
LA OPINIÓN DE SERGIO MASSA
Al respecto, el ministro de Economía, Sergio Massa, sostuvo que la excepción mencionada por el presidente revela que “hay una decisión (del gobierno chino) de reforzar la relación con la Argentina”.
Massa explicó que “lo que representa el swap, o la ampliación del uso del swap para la Argentina, es contar con 5.000 millones de dólares más de reservas a la hora de disponer la acción del Banco Central para el fortalecimiento de nuestra moneda”.
“De manera tal que esto no solamente engrosa, sino que aumenta la capacidad de acción en el mercado único libre de cambios” de la autoridad monetaria, señaló.
El titular del Palacio de Hacienda puso de manifiesto que “son US$ 5.000 millones que vienen a fortalecer nuestras reservas, que le dan mayor fortaleza al Banco Central frente al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) y nos da la posibilidad de disponer de más herramientas para garantizar sobre todo las importaciones de las pequeñas y medianas empresas, de las industrias argentinas que a veces tienen el temor de no poder acceder a los dólares”.
Asimismo, planteó que la noticia “le pudo haber caído mal” a quienes “especulan si el Gobierno tiene o no tiene los dólares, que especulan con cómo lastimar al Banco Central”.
“A nosotros nos cae muy bien porque es fortalecer las reservas del Banco Central argentino”, completó.
El swap con China se suscribió originalmente en 2011, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta, y equivalió a un crédito por US$ 10.200 millones por tres años, con posibilidad de renovación, la cual se concretó en 2014 por US$ 11.000 millones, en 2018 por la misma cifra y se amplió en 2020 a US$ 18.700 millones.
El acuerdo había sido anunciado por primera vez por Fernández el 1 de marzo, en su mensaje ante la Asamblea Legislativa en la apertura del período ordinario de sesiones.
“Puedo anunciarles hoy que ayer he recibido la confirmación del Gobierno chino de que han accedido a nuestro pedido de ampliación y uso del swap en función de lo expresado en la declaración conjunta que firmáramos en mi visita oficial” a Beijing, dijo entonces el jefe de Estado.
En su mensaje en el Congreso, el presidente destacó que “China siempre nos ha apoyado en los momentos difíciles y confiamos en que pronto tendremos la autorización técnica correspondiente. Con ello también fortaleceremos la estabilidad cambiaria”, acotó.
La ampliación del swap con China fue activada en la vista que Fernández concretó a China el 6 de febrero.
Si bien el swap con China -por no tratarse de un préstamo sino de un intercambio- no tiene costo mientras se encuentre inactivo, queda contabilizado dentro de las reservas internacionales y está disponible para ser utilizado inmediatamente ante cualquier eventualidad.
En caso de ser utilizado, el swap está pactado de acuerdo con la tasa interbancaria de Shanghái, la Shibor, que actualmente roza 6% anual.
De acuerdo con lo informado por el Banco Central, las reservas internacionales tiene actualmente un valor provisorio (el informe consolidado se da a conocer con 48 horas de demora) de US$ 38.006 millones, con lo que la ampliación del swap implicaría un incremento de poco más de 13%.