El cambio climático y la globalización están acelerando la aparición de nuevas plagas en la agricultura, según afirmó José Eduardo Belda, director de Investigación y Desarrollo en Koppert España, durante el V Simposio de Agricultura Ecológica, celebrado en El Ejido, Almería. Belda expuso cómo el aumento de las temperaturas y el cambio en los patrones climáticos no solo favorecen la proliferación de plagas en nuevas zonas, sino que también impactan en la efectividad de los métodos tradicionales de control biológico.
Los datos científicos presentados en el simposio refuerzan el vínculo directo entre el calentamiento global y las dinámicas de las principales plagas que afectan a los cultivos. En el evento, Belda enfatizó que el incremento de las temperaturas ha facilitado la expansión de estas plagas, además de acelerar su ciclo de vida, lo que plantea retos significativos para la agricultura y la seguridad alimentaria global.
Cómo la temperatura impacta el ciclo de vida de las plagas
La tendencia de temperaturas más cálidas en invierno, observada en las últimas décadas, permite que muchas plagas adelanten su ciclo reproductivo. Al finalizar antes su fase de diapausa invernal, un estado de reposo que les ayuda a sobrevivir en condiciones frías, las plagas atacan los cultivos antes de lo esperado y desarrollan más generaciones en un solo año. “Este adelanto aumenta la cantidad de generaciones anuales de plagas, lo que incrementa su impacto en los cultivos,” explicó Belda.
Las plagas exóticas, a su vez, también se ven favorecidas por el cambio climático y el comercio global, ya que sus rangos bioclimáticos son más amplios que los de las especies nativas. Esto facilita su introducción y establecimiento en nuevos territorios, donde pueden expandirse y afectar tanto a los cultivos protegidos como a los cultivos a cielo abierto.
Redefinir el control biológico: una prioridad urgente
El avance de estas plagas exige adaptar las estrategias de control biológico para enfrentar a las especies emergentes. “Las reglas de control biológico requieren una actualización constante. Es necesario redefinir protocolos y desarrollar estrategias que involucren nuevos enemigos naturales capaces de enfrentar a estas plagas exóticas”, apuntó Belda.
Koppert ha sido pionera en implementar métodos efectivos para combatir nuevas plagas, como ocurrió con la aparición de Tuta absoluta, una plaga que afecta a los cultivos de tomate. Antes de su aparición, el control biológico de la mosca blanca, la principal plaga del tomate, se lograba mediante la liberación de avispas parásitas. Sin embargo, la irrupción de Tuta absoluta obligó a adaptar el protocolo. Koppert desarrolló un sistema que combina sueltas de Nesidiocoris tenuis, un enemigo natural eficaz para controlar tanto la mosca blanca como la Tuta absoluta, optimizando así el manejo de ambas plagas.
Otro caso de éxito en innovación de Koppert fue el control del Thrips Parvispinus en pimientos. La empresa desarrolló un protocolo basado en la utilización de ácaros depredadores, como Amblydromalus limonicus y Transeius montdorensis, para frenar a estas nuevas especies de trips. Estos depredadores resultan eficaces contra Parvispinus, un insecto que ha afectado severamente el cultivo de pimientos en áreas agrícolas.
Nuevos desarrollos contra el Cotonet de Sudáfrica en cítricos
El equipo de Investigación y Desarrollo de Koppert se encuentra ahora en proceso de desarrollar una solución innovadora para el Delottococcus aberiae, conocido como el cotonet de Sudáfrica, una plaga emergente que amenaza las plantaciones de cítricos. Actualmente, los investigadores buscan un enemigo natural eficaz para controlar esta plaga, con el objetivo de incluirlo en un protocolo de control biológico para cítricos. Una vez identificado el depredador adecuado, Koppert planea producirlo en masa y distribuirlo entre los productores de cítricos, brindando una alternativa sostenible para la protección de estos cultivos.
“Estamos comprometidos con desarrollar soluciones biológicas sostenibles que respondan a los desafíos de las plagas emergentes. Nuestra investigación e innovación continúan avanzando para ofrecer a los productores herramientas efectivas y respetuosas con el medio ambiente,” aseguró Belda.
Este enfoque de rediseño en el control biológico no solo responde al impacto del cambio climático, sino que también busca adaptarse a un mercado agrícola en constante evolución y demanda de métodos sostenibles. Con estas soluciones, Koppert reafirma su liderazgo en biotecnología aplicada a la protección de cultivos y en el impulso de un sistema agrícola que prioriza la sostenibilidad frente a los retos climáticos y ecológicos.