En los últimos meses se han reportado casi 60 hechos delictivos contra silobolsas con granos en campos de productores de diferentes provincias. Debido a que no se pueden perder esos granos, las pérdidas significan un perjuicio económico para el productor y los estados nacional, provincial y municipal que dejan de recaudar a través de impuestos y tasas al no poderse vender.
Matías Lestani, Director del Departamento Económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) hizo un cálculo del impacto económico de las pérdidas en 57 bolsas de productores informados por entidades rurales de manera directa. “Calculamos que, como mínimo, se termina perdiendo el 15% del contenido de una bolsa de 100 toneladas, por desperdicios así como por costos de la bolsa, embolsado y personal, entre otros”.
Lestani calcula que se perdieron 870 toneladas de granos por 200 mil dólares (tomando el precio de la soja) ó 24 millones de pesos.
“Con esos 24 millones de pesos de impuestos se podrían pagar 2.400 IFE (Ingreso Familiar de Emergencia; 478.700 raciones de comedores comunitarios, 980.000 copas de leche ó 40 respiradores. Esto quiere decir que por se perdió comida en la mesa por los silobolsas rotos. Hay que dejar bien claro que el Estado deja de recaudar y, además esa pérdida no entró en circulación económica, la cual no generó recaudación indirecta porque no pudo comprar otras bienes y servicios”.