La balanza de pesada al paso funciona a partir de la instalación de una especie de corral alrededor de un bebedero de agua: “Como el espacio está cercado, deben pasar por una plataforma que contiene a la balanza”, señaló Ricardo Garro, coordinador del Proyecto de Ganadería de Precisión del INTA.
“No solo se los pesa, sino que en uno de los laterales de la plataforma también hay una antena que identifica la caravana que cada una de las vacas tiene en su oreja y esos datos son almacenados en una computadora central”, agregó Garro.
Además, “permite saber si una vaca está preñada o tuvo crías, y al mismo tiempo, si el animal pierde peso muy rápido o por tres días no toma agua, el productor puede deducir que hay algún problema que debe ser resuelto o que las pasturas alrededor no son las suficientes para poder generar las ganancias que necesita”, puntualizó el especialista.
Asimismo, “si una vaca tuvo cría y entra al corral a tomar agua, el ternero entra inmediatamente antes o inmediatamente después; en base a la lista con el peso y el orden de ingreso al corral, podés deducir fácilmente cuál es la madre de cada ternero”, precisó.
“Y a partir del conocimiento que tenemos, principalmente en lo que hace a extensión y la parte electrónica y de software, interactuamos con el equipo australiano para desarrollar el producto final”, explicó el especialista, quien agregó que se trata de una “adaptación colaborativa”.
El INTA realizó la presentación de la balanza a algunos productores a comienzos de 2020 y, si bien la idea era continuar con la introducción de la maquinaria a más productores, la pandemia complico el panorama: “No es lo mismo ver el equipo de forma virtual, que verlo en funcionamiento en el campo”, se lamentó Garro.
En ese sentido, el objetivo para este año es que la adaptación de la balanza esté completamente madura para llegar a más productores y lograr que alguna empresa quiera comercializarla.