Las exportaciones de lana argentina registraron un crecimiento notable en el último ciclo comercial. Entre julio de 2024 y febrero de 2025, el volumen exportado subió un 45,26%, mientras que el valor creció un 30,89%, en comparación con el mismo período del año anterior. Así lo indicó un informe reciente de la Dirección Nacional de Producción Ganadera del Ministerio de Economía, elaborado en base a datos de INDEC y SENASA.

En un contexto de recomposición productiva para varias cadenas agroindustriales, la lana argentina emerge como una de las protagonistas del comercio exterior. Los datos más recientes muestran una recuperación clara del sector ovino, que tras años de estancamiento retoma impulso tanto en volumen como en valor exportado. Este resurgimiento se da en paralelo con mejores condiciones de mercado, mayor integración regional y un renovado interés por parte de los productores en apuntalar la calidad y eficiencia de sus sistemas.

Este desempeño marca el mayor volumen exportado en toneladas base sucia de las últimas seis zafras, confirmando el regreso a un escenario positivo para el sector ovino argentino. La recuperación también se reflejó en la faena ovina, que creció un 3,4% interanual en febrero, y en las exportaciones de carne ovina, que se incrementaron en un 25,8%, medidas en equivalente res con hueso.

La lana argentina pisa fuerte: oportunidades desde la Patagonia al Litoral

El resurgir del comercio exterior lanar tiene su base en el sur del país, con la Patagonia como epicentro de producción. Pero también hay señales de crecimiento en otras regiones. En provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Entre Ríos, el ovino se integra cada vez más en sistemas mixtos, generando lana de alta calidad y carne con destino exportador.

El informe del Ministerio destaca que la mejora de las condiciones climáticas, junto con el fortalecimiento de la infraestructura productiva y frigorífica, contribuyeron al aumento de la competitividad. Además, el sostenimiento de la demanda internacional —con China y Europa como principales mercados— continúa impulsando los precios y favoreciendo los márgenes de los productores.

PUEDE INTERESARTE  Aluvión de ventas y récord de divisas: el agro cerrará junio con el mayor ingreso de dólares de la era Milei

Un año bisagra para el ovino: lana, carne y nuevas inversiones

Las proyecciones para el resto de 2025 son alentadoras. La combinación de buena oferta forrajera, inversiones en genética y acceso a mercados, abre una nueva etapa de expansión para las exportaciones de lana argentina. Los productores que lograron integrar prácticas de trazabilidad, tipificación de calidad y mejora en la esquila son los que hoy lideran las ventas al exterior.

Exportaciones de lana argentina: crecimiento récord que impulsa al sector ovino
Exportaciones de lana argentina: crecimiento récord que impulsa al sector ovino

Desde el Gobierno se alienta a sostener este rumbo, promoviendo la apertura de nuevos destinos y líneas de financiamiento para pequeños y medianos productores ovinos. La sustentabilidad, el valor agregado y la diferenciación por calidad son los ejes que podrían consolidar este buen momento.

Con el crecimiento sostenido de las exportaciones de lana argentina, el país no solo recupera competitividad, sino que suma una oportunidad estratégica para diversificar el perfil exportador del agro y reposicionar al ovino como un actor relevante dentro de la matriz productiva nacional.

La cadena ovina enfrenta todavía desafíos estructurales. La informalidad en algunos eslabones de la producción y la falta de frigoríficos habilitados en ciertas regiones del norte del país limitan la posibilidad de aprovechar plenamente la demanda internacional. Sin embargo, distintos programas provinciales y nacionales buscan revertir esta situación, apoyando a pequeños productores con capacitación técnica, acceso al crédito y esquemas de asociativismo que permiten escalar y mejorar el estándar sanitario y comercial de la producción.

Desde el sector privado, cámaras laneras y asociaciones ovinas destacan la necesidad de sostener políticas públicas que promuevan la competitividad exportadora. Además de la apertura de mercados, solicitan mejoras en infraestructura rural, caminos productivos y conectividad. En este contexto, las exportaciones de lana argentina no solo se consolidan como un ingreso estratégico, sino también como un eje de desarrollo territorial en zonas donde la actividad ovina es la base económica de muchas comunidades.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here