En base a consultas a la red de colaboradores, la entidad bursátil señaló que el estado fenológico de la oleaginosa se presenta desde emergencia a roseta, con una condición buena y con óptimas densidades de plantas por hectárea en general.
La colza se utiliza últimamente como cultivo de servicio o cobertura, antecesor de la soja de primera, ocupa el lugar de las malezas y libera el lote antes que el trigo, con siembra al voleo que “reducen considerablemente” los costos de implantación, señaló la entidad.
Por otra parte, ya se implantó un 4% del trigo en el territorio provincial, que se posicionaría en valores similares a la del ciclo 2020/21, de 523.300 hectáreas.
La bolsa remarcó que se presenta “un retraso” en la siembra, ya que en el ciclo 2020/21 a la fecha se había implantado cerca del 28% del total.
Las zonas con menos avance en las labores son la norte y este, producto de la gran humedad que persiste en el perfil del suelo y las precipitaciones de mayo, que interrumpieron la siembra, principalmente de las variedades de ciclo largo.
En tanto, se indicó un productor necesitará obtener un promedio de 2.406,25 kilos de trigo por hectárea para hacer frente a los costos en la próxima campaña 2021/22, de acuerdo con un análisis de la Bolsa de Cereales provincial y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Según el estudio, quien arriende los campos deberá producir un promedio de 2.672,50 kilos por hectárea; y 2.140 kilos promedio si el terreno es propio.