Los incendios en los campos de Corrientes y Entre Ríos fueron provocados por la sequía y las altas temperaturas. Estos focos no solo afectaron la producción agrícola, sino que también provocaron daños a la biodiversidad de la región.
Las llamas arrasaron con grandes extensiones de pastizales y terrenos rurales, destruyendo hábitats naturales de diversas especies. En la localidad de Santa Emma, en el norte de Entre Ríos, sufrió una de las peores jornadas de incendios rurales de la temporada.
En un trayecto de 40 kilómetros, seis partes de la banquina se incendiaron al mismo tiempo, arrasando con 450 hectáreas de campo.
Sequía e incendios en zonas rurales
Mientras tanto, el fuego avanzó peligrosamente, rodeando zonas rurales claves de Mercedes, Curuzú Cuatiá y Paso de los Libres, pueblos que sufrieron, en los últimos días, una serie de incendios de gran magnitud.
El Gobierno de Corrientes destacó su compromiso en la lucha contra los incendios forestales, mediante el uso de aviones hidrantes y un despliegue integral de equipos de emergencia.
A través de un mensaje difundido en la red social X, la administración provincial hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana, subrayando que las quemas forestales ponen en riesgo vidas humanas, así como la fauna y flora de la región, e instó a cuidar el entorno natural para prevenir nuevos focos de incendio.
Durante este año, Defensa Civil de Corrientes tuvo que intervenir en 620 incendios en diversos puntos de la provincia.
La mitad de estos casos se concentraron en el último fin de semana, especialmente en el sur de la provincia, donde las altas temperaturas y la falta de humedad propiciaron condiciones extremas de riesgo.
Según Bruno Lovinson, subdirector de Defensa Civil, las jornadas del viernes y sábado fueron las más críticas, aunque las condiciones de riesgo siguen siendo altas a pesar de la baja tasa de incendios.

Entre el jueves y el domingo, los equipos de emergencia realizaron casi 300 intervenciones, con bomberos, brigadistas y policías trabajando intensamente para sofocar las llamas.
Con la llegada de lluvias a principios de la semana, las tareas de control mejoraron, ofreciendo un respiro a las labores de sofocación.
Lovinson espera que las lluvias pronosticadas para el miércoles y viernes contribuyan a mitigar el calor extremo que azotó la región.
Sin embargo, los incendios de interfase en localidades como Tatacuá, Curuzú Cuatiá y Paso de los Libres continúan siendo un desafío.
Estos incendios, que afectan áreas donde las zonas urbanas se entrelazan con terrenos rurales o forestales, ponen en riesgo las viviendas cercanas y requieren medidas adicionales, como el uso de aviones hidrantes, para combatir el fuego de manera efectiva.