Kioshi Stone detalla cuál es su estrategia para elevar rindes en cereales de invierno

La sequía que acompañó a la mayor parte del país durante más de tres campañas dejó los suelos muy degradados, donde los próximos cultivos no podrán expresar todo su potencial en rendimientos. Compartimos algunas recomendaciones en fertilización para acercarnos a los rendimientos potenciales en cereales de invierno.

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La sequía no solo causó pérdidas en los rendimientos potenciales sino también dejó los suelos muy dañados. Por lo tanto, para lograr los mayores resultados posibles en la próxima campaña, es recomendable trabajar de manera integral y garantizar un manejo adecuado de los siguientes factores:

  • Recuperación de los suelos degradados después de la sequía.
  • Nutrición de las semillas desde las etapas iniciales.
  • Suplementación nutricional en las etapas clave de cada cultivo.

Recuperación de los suelos degradados después de la sequía.

La falta de agua tiene consecuencias muy negativas en la estructura de los suelos. Uno de los problemas más frecuentes es el ascenso de las sales y la aparición de manchones salinos. Los suelos salinos tienen un alto contenido de sales solubles, indicado por una Conductividad Eléctrica mayor a 4 dS/m. Con frecuencia exhiben depósitos o costras blancas de sal en superficie.

Los métodos de mejoramiento tienen como objetivo incrementar el contenido de calcio en el complejo de cambio de los minerales de arcilla, a expensas del sodio intercambiable. El sodio reemplazado, junto con el exceso de sales solubles, es removido de la zona radical por el agua de infiltración. De esta manera, se busca incrementar la cantidad y estabilidad de poros que provean un ambiente físico favorable para el movimiento de agua y por ende para el crecimiento y desarrollo del sistema radical.

Un corrector de suelos sódicos-salinos de alta eficiencia es el MIST TPS 78®, una dispersión de nanopartículas minerales de alta pureza, cuya composición básica contiene azufre, silicio y calcio, a la cual se le adiciona en su producción azufre elemental. Esta combinación es recomendada para desplazar sodio y sales del complejo de intercambio del suelo, logrando así mejorar la estructura; reduciendo, a mediano plazo, problemas de compactación y encostrado superficial.

Toda la línea TPS está certificada como orgánica, tanto en Argentina como en Estados Unidos. Viene en presentación Bag in Box de 15 litros, que permite armar un pallet estándar de 56 unidades (840 litros), fácilmente transportable en camioneta y cuyo rendimiento permitirá cubrir hasta 280 hectáreas.

Nutriendo la plántula desde la semilla

Además de mejorar las características del suelo, es crucial estimular el desarrollo radicular con una adecuada nutrición a la semilla. La aplicación de tratamientos vivificantes para potenciarlas son una eficaz alternativa.

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Estas herramientas permiten un buen desarrollo radicular y un crecimiento rápido y uniforme de las plántulas para superar el estrés y lograr una mejor implantación. Alcanzar un efectivo desarrollo de las raíces y un crecimiento uniforme es vital.

MIST-VG® es una suspensión mineral que contiene: nitrógeno, azufre, calcio, magnesio, hierro y silicio. Estos minerales aseguran una zona de confort en la rizosfera y permiten la máxima expresión del Poder Germinativo de la semilla, favoreciendo el desarrollo de la plántula.

Entre sus efectos benéficos se encuentran la rápida asimilación del calcio, el cual mejora el transporte del resto de los nutrientes, un efecto regulador del pH y la saturación de bases localmente.

MIST-VL® es un vivificante para semillas recomendado para leguminosas, compuesto por nanopartículas minerales de azufre, calcio, silicio, molibdeno, manganeso, boro y cobalto. Estos nutrientes son esenciales para la nodulación en leguminosas.

Ambos productos pueden ser aplicados en conjunto con inoculantes y otros tratamientos químicos de semillas, y la tecnología de su formulación permite utilizar dosis muy reducidas, de 300 a 500 cc cada 100 kg de semilla.

Suplementación nutricional en las etapas clave de cada cultivo

La fertilización tradicional se ha basado en el aporte de nitrógeno y fósforo en función deltipo de suelo y con el fin de obtener una concentración adecuada en las plantas. Sin embargo, cualquier nutriente que se encuentre limitante genera mermas en el rendimiento potencial del cultivo. El trigo es sensible a las deficiencias de nutrientes como el zinc, boro y potasio, entre otras, y su falta puede afectar significativamente la producción y calidad del cultivo.

En este sentido, como complemento a la fertilización de base, la fertilización foliar con nanominerales permite suministrar los nutrientes necesarios en el momento adecuado, lo que potencia el rendimiento y mejora la performance del cultivo, optimizando costos gracias a su dosificación reducida y la aplicación conjunta con herbicidas, fungicidas e insecticidas.

Los fertilizantes de emulsión líquida con nanominerales de alta pureza tienen como beneficio requerir dosis muy reducidas, presentar una elevada velocidad de reacción, simplificando el manejo y optimizando costos operativos.

FERTILIZANTES

Kioshi Stone ofrece una amplia línea de fertilizantes compuestos de partículas nano minerales de alta pureza y sus distintas formulaciones permiten abordar soluciones con dosis de fácil manejo.

Para el cultivo de gramíneas, se recomienda aplicar Mist P® a la siembra: un producto con el balance justo de fósforo, calcio y azufre. Se aplica a suelo vía pulverización, pudiendo combinarse con productos fitosanitarios, y gracias a su tecnología de nanopartículas asegura mejores resultados.

MIST-Zn® es un fertilizante foliar de alta calidad, formulado como una dispersión de nanopartículas minerales con una adecuada concentración en zinc, calcio, silicio, azufre y magnesio. Se recomienda su aplicación en los primeros estadios del cultivo y en la etapa inicial de macollaje.

Ampliando la oferta de soluciones para los cultivos, Kioshi Stone suma ahora una nueva línea de productos microgranulados denominada “BIOME” (bioma en inglés), que se suma a la ya tradicional MIST®. Al igual que el resto de los productos, estos fertilizantes fueron desarrollados bajo la premisa del cuidado del medio ambiente.

Hoy son dos las soluciones en microgranulados disponibles: b-Phos 10/40 es un microgranulado específico para leguminosas, y b-Phos 15/35 está orientado para gramíneas. Son granulados con una composición nano estructurada, que además de los nutrientes tradicionales como fósforo y nitrógeno, incluyen nanopartículas de micronutrientes.

En resumen, para lograr los mayores rendimientos posibles en la próxima campaña, es necesario un enfoque integral que abarque desde la recuperación de los suelos degradados hasta la nutrición adecuada de las semillas y la suplementación nutricional en las etapas clave de cada cultivo. Además, es importante considerar otros factores como la elección de variedades adecuadas y la implementación de prácticas de conservación de suelos y agua.

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