Este año, el sector citrícola de Entre Ríos ha alcanzado una cosecha récord. Sin embargo, esta sobreproducción ha provocado una caída significativa en los precios, lo que ha llevado a muchos productores a desechar grandes cantidades de frutas debido a la falta de mercados. La semana pasada, se descartaron aproximadamente 8.000 kilos de mandarinas.
Desde la Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCiER) informan que, además de la baja demanda en el mercado interno de naranjas y mandarinas, las dificultades para exportar han limitado aún más las oportunidades para los productores.
Melania Zorzi, presidenta de FeCiER, subrayó: “El problema principal es la sobreabundancia de frutas en el mercado interno, que no puede ser absorbida. Aunque la industria está procesando más cantidad de fruta que en años anteriores, ha llegado a su límite de capacidad tanto de procesamiento diario como de almacenamiento de jugo. Las exportaciones también han disminuido”.
Un año atípico
Marcelo Chiesa, productor de Federación y miembro de la Comisión Directiva de FeCiER, explicó a UNO: “Estamos ante una situación completamente atípica, con una sobreproducción que no se veía desde hace décadas. Esto ha provocado una sobreoferta en el mercado, haciendo que los precios para los productores sean insuficientes, a veces incluso por debajo del costo de producción”.
La Asociación de Citricultores de Villa del Rosario informó que los precios por kilo pagados a los productores rondan los 40 o 50 pesos, insuficientes para cubrir los costos de producción. “El mercado determina los precios, sin valores sugeridos ni normados, basado en la oferta y la demanda, como siempre ha sido en nuestra actividad y en otras regionales”, añadió Chiesa.
Chiesa también señaló que los consumidores pagan precios mucho más altos en las góndolas en comparación con lo que reciben los productores, destacando la gran distorsión en la cadena de valor. “Además, los costos internos, como el transporte y la carga impositiva, han aumentado considerablemente, encareciendo el producto final para el consumidor mientras el productor recibe muy poco”.
Clima y producción
Entre Ríos es una de las principales provincias productoras de cítricos dulces, junto con Corrientes, mientras que Tucumán se destaca en la producción de limón. Chiesa mencionó que las condiciones climáticas han sido un factor clave en la sobreproducción: “Venimos de dos años de sequía, y en 2012 tuvimos una fuerte helada que afectó gravemente la producción. Desde entonces, la producción ha sido variable, hasta alcanzar el nivel actual en 2024”.
Ante las imágenes de camiones desechando miles de kilos de mandarina en basurales, Chiesa explicó que no es posible donar esas frutas debido a cuestiones logísticas y sanitarias. “Además de resolver la logística para donar las frutas, también se debe asegurar que estén en buen estado para el consumo, algo que no está a nuestro alcance en la situación actual”.
Finalmente, Chiesa concluyó que el futuro del sector dependerá en gran medida del clima. “Nuestra producción es al aire libre y, aunque podemos hacer muchos trabajos preventivos e inversiones, el clima siempre será un factor determinante. Siempre tenemos la esperanza de un buen año, pero el clima decidirá si será así o no”.
