Las lluvias en el campo volvieron con fuerza en este comienzo de mayo, generando expectativas entre los productores agropecuarios. Según el informe climático semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se esperan precipitaciones abundantes sobre el norte del área agrícola, mientras que el resto del país recibirá registros escasos. Este comportamiento dispar complica la planificación de la cosecha gruesa y condiciona el arranque de la campaña fina.
En la región núcleo, las lluvias recientes permitieron mejorar el perfil hídrico, impulsando una recuperación de los rindes en soja de segunda. La producción estimada se elevó a 18,2 millones de toneladas, con un incremento de 1,7 millones respecto a las previsiones anteriores. Sin embargo, las zonas que no reciban precipitaciones suficientes en los próximos días podrían enfrentar problemas de implantación en los lotes de trigo.
Suben las temperaturas, pero llega una ola polar tras las lluvias
El informe de la Bolsa detalla que la semana comenzó con el retorno de vientos del trópico, lo que provocó temperaturas más elevadas de lo habitual para esta época del año, especialmente en el norte. Algunas regiones, como el este de Salta, el Chaco, Formosa y el norte de Mesopotamia, alcanzarán máximas por encima de los 30°C, mientras que en el sur de Buenos Aires, los valores apenas superarán los 20°C.

Pero este panorama cambiará rápidamente. Tras el paso del frente de tormenta, una masa de aire polar avanzará desde el sur, generando un marcado y prolongado descenso térmico. Se espera que en las zonas serranas del NOA y Cuyo las mínimas caigan por debajo de 0°C, con heladas generalizadas. El resto del área agrícola experimentará temperaturas entre 5 y 10°C, con riesgo de heladas localizadas, sobre todo en las madrugadas.
Dónde lloverá más y qué efectos se prevén en el agro
El frente de tormenta traerá un importante contraste en la distribución de las lluvias en el campo. Las regiones con mayores acumulados serán:
Este del NOA, Chaco, Paraguay, Mesopotamia y Uruguay, con lluvias moderadas a abundantes entre 10 y 25 mm, y algunos focos con más de 50 mm.
- Advertisement -Cordillera Sur, donde se prevén precipitaciones muy abundantes, superiores a 75 mm, e incluso nevadas.
Por el contrario, el resto del área agrícola recibirá lluvias escasas o nulas, con acumulados inferiores a 10 mm. Esta desigualdad agrava la incertidumbre en zonas como el sudoeste bonaerense y La Pampa, donde la humedad del suelo sigue siendo deficitaria. Según especialistas del INTA, si no se registran lluvias pronto en estas regiones, la superficie de trigo podría reducirse o postergarse.
Impacto de las lluvias en la soja, el trigo y otros cultivos
Las lluvias en el campo llegaron en un momento estratégico. En el norte argentino, los cultivos de soja de segundaavanzaban con estrés hídrico, lo que comprometía el potencial de rinde. Las precipitaciones de mayo ofrecen alivio, aunque en zonas con excesos también se presentan complicaciones logísticas para las labores de cosecha.
Para el trigo, las lluvias son decisivas. Los productores del centro y sur del país esperan consolidar la siembra con humedad adecuada. “La ventana óptima de siembra está cerca y necesitamos asegurar un buen arranque para no comprometer la campaña 2025/26”, advirtieron desde AAPRESID.
Además, en zonas como Misiones y Corrientes, donde predomina el cultivo de yerba mate, las lluvias podrían aumentar el riesgo de enfermedades fúngicas si no se acompaña con manejo sanitario adecuado.
El campo frente al clima: adaptación, monitoreo y decisiones estratégicas
En este contexto de lluvias desiguales y cambios térmicos abruptos, los productores deben prestar especial atención a los informes climáticos. La planificación de cosecha y siembra dependerá de una lectura precisa de las condiciones del tiempo. Con un invierno que, según el SMN, podría ser más cálido de lo normal en Buenos Aires, La Pampa y el centro del país, las estrategias de cultivo deberán ajustarse a nuevos escenarios.
Las lluvias en el campo siguen marcando el ritmo de una campaña que combina oportunidades y desafíos. Los próximos días serán clave para consolidar rindes, definir superficies y asegurar el abastecimiento hídrico de los principales cultivos argentinos.