A pesar de que la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) no causó daños significativos en la campaña 2024/25, el monitoreo de esta plaga sigue siendo fundamental para los próximos años. Mientras los efectos climáticos adversos, como sequías e inundaciones, fueron los principales responsables de las pérdidas en la producción de maíz, las altas poblaciones de chicharrita alertan sobre la necesidad de mantener un control constante.
El impacto de la chicharrita en la campaña 2024/25
Según el informe más reciente de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, la plaga mostró un aumento en las poblaciones en todas las regiones maiceras de Argentina, especialmente en las zonas endémicas del Noroeste (NOA) y Noreste (NEA). Sin embargo, el 90% de los cultivos de maíz ya se encontraba en estados fenológicos avanzados o había sido cosechado antes de que la chicharrita pudiera causar daños significativos. A pesar de este aumento, los productores en general estuvieron preparados y controlaron las detecciones tempranas de la plaga.
Eventos climáticos: la verdadera amenaza para el maíz 2024/25
Aunque la chicharrita estuvo presente en varias localidades, las pérdidas productivas fueron principalmente el resultado de fenómenos climáticos extremos, tales como sequías e inundaciones, que afectaron a diferentes zonas productoras. Estos eventos tuvieron un impacto directo en la productividad del maíz, afectando tanto el rendimiento como la calidad de los cultivos.
La importancia del monitoreo constante frente a las altas poblaciones
El aumento de la plaga en zonas claves hace necesario seguir con los monitoreos a pesar de que no haya causado grandes daños esta campaña. El investigador Alejandro Vera, coordinador de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, destacó la importancia de no abandonar el monitoreo: “El seguimiento con trampas y las inspecciones directas en los cultivos son cruciales para entender las dinámicas de la plaga y actuar de manera preventiva en futuras campañas.”
Estrategias para el manejo de la chicharrita del maíz
El control de la chicharrita del maíz requiere un enfoque integral que combine varias estrategias. Entre las más destacadas se encuentran:
Monitoreo regular: Continuar con el uso de trampas cromáticas adhesivas y realizar inspecciones visuales en los cultivos para identificar posibles focos de infestación.
Control de hospedantes alternativos: Es esencial eliminar maíces “guachos” y controlar malezas que sirven de refugio para la chicharrita durante el invierno.
Rotación de cultivos: Alternar maíz con otros cultivos no hospedantes interrumpe el ciclo de vida de la plaga, reduciendo su presencia en el campo.
Aplicación dirigida de insecticidas: En zonas donde la densidad de la plaga es alta, es importante aplicar insecticidas de manera controlada y estratégica, para evitar daños a los cultivos y al medio ambiente.
Lo que viene
Aunque la campaña 2024/25 se libró de los daños más graves causados por la chicharrita del maíz, las altas poblacionesregistradas en diversas regiones son una señal de alerta. Los productores deben seguir vigilantes y mantener estrategias de monitoreo eficaces para las próximas campañas. A su vez, es fundamental que se sigan implementando medidas preventivas para minimizar el impacto de esta plaga y de otros factores climáticos que puedan afectar la producción de maíz en el futuro.