Luego de haber atravesado un cruce con el jefe de Gobierno Jorge Macri, la periodista Amalia Guiñazú sostuvo que sufrió “faltas de respeto” en el programa Mujeres Argentinas, tras el tenso momento en donde la conductora, María Belén Ludueña, se quebró en vivo.
El llanto de Ludueña en medio de la búsqueda por su maternidad, le dejó en lugar de “villana” a Guiñazú y la comunicadora se defendió: “No me gusta que me digan ‘villana’ porque yo había hecho una pregunta muy compleja que te tenés que animar a hacerla. Sentí que mucha parte del periodismo operó al día siguiente y esto es grave”.
Asimismo, la periodista se refirió a la estructura del magazine: “Es difícil. Los productos culturales se van armando al aire. El programa recién está arrancando. Belén trata de acomodarse en la conducción, pidieron un panel que haga una cosa (…)”.
“Ahora estoy cómoda, en su momento estuve incómoda. Me incomodé al día siguiente -del intercambio con Jorge Macri-, que ocurrió el cruce con Silvita -Silvia Fernández Barrios-, no permito la falta de respeto ni de parte del papa porque me parece que no hay que tolerarla”, continuó.
“Silvita es muy frontal y para mí, estuvo fuera de lugar y la paré en su momento al igual que a Gustavo Méndez”, insistió al tiempo que retomó sobre Barrios y la calificó de “jetona”: “fue por un chiste de mal gusto, dos veces”.
“Es muy fácil hablar gratuitamente y decir ‘dicen que’, es mucho más fácil demonizar y destruir que construir. Tengo una postura política tomada desde hace mucho tiempo, anticorrupción y peleo mucho con los sindicalistas y políticos”, concluyó la panelista.