La historia de Shuichi Tokumoto es tan atípica como inspiradora y esta relacionada a la siembra directa. Nacido en Japón y formado como ingeniero agrónomo, Tokumoto llegó a la Argentina a principios de los años 90 con un objetivo claro: aprender sobre el sistema agrícola del país. Lo que encontró superó todas sus expectativas. Se enamoró de la siembra directa, una técnica que entonces comenzaba a expandirse en los campos argentinos como una revolución silenciosa de la agricultura sostenible.
Tan profunda fue su conexión con esta práctica que no solo la adoptó como productor, sino que también la inmortalizó en una canción compuesta por él mismo. En su doble rol de agricultor y músico, Tokumoto decidió rendir homenaje a un sistema que transformó su vínculo con la tierra. “Cuando entendí el impacto positivo de la siembra directa, sentí que había encontrado una filosofía de vida, no solo una técnica de cultivo”, contó en una entrevista con medios agropecuarios.
De aprendiz a defensor apasionado de la siembra directa
Radicado en Córdoba desde hace más de dos décadas, Tokumoto participa activamente en congresos y eventos agrícolas, donde suele ofrecer no solo su visión técnica, sino también su arte. En una reciente edición de Aapresid, sorprendió al público interpretando en vivo su canción “Sembrar sin arar”, con una melodía sencilla y letras que reflejan su compromiso con la conservación del suelo.
La siembra directa es una técnica que elimina el laboreo previo a la implantación de cultivos, preservando la estructura del suelo y su cobertura vegetal. En Argentina, este sistema se ha expandido a más del 90% del área cultivada con granos, posicionando al país como líder mundial en su implementación. Para Tokumoto, esta transformación no solo fue tecnológica, sino cultural. “Cuando comprendés que el suelo es un organismo vivo, cambiás la manera de trabajar, de decidir y hasta de pensar”, afirma.
Un puente entre culturas
Tokumoto también ha servido como puente cultural entre Japón y Argentina, promoviendo el intercambio de conocimientos sobre técnicas agrícolas sustentables. “En Japón tenemos alta tecnología, pero no tenemos espacio; en Argentina hay espacio y muchas veces falta apoyo técnico. Yo intento unir esas dos fortalezas”, explica.
Desde su finca cordobesa, el productor japonés combina prácticas de agricultura regenerativa, biodiversidad y manejo eficiente del agua. Además, capacita a jóvenes estudiantes y técnicos, transmitiendo lo que aprendió en su camino de adaptación al agro argentino. “La siembra directa me enseñó que cuidar el suelo es cuidar el futuro”, resume.
El poder de la música en el agro
Lejos de los estereotipos, Tokumoto encuentra en la música una herramienta para acercar la agricultura a nuevos públicos. Su canción ha circulado en redes sociales, en aulas universitarias y en congresos, convirtiéndose en una curiosidad valiosa que une ciencia, pasión y arte. “Cantarle al suelo puede parecer raro, pero si lo pensás bien, le estamos cantando a lo que nos da de comer”, reflexiona.
Tokumoto no se limita a una sola composición. Tiene otros temas en preparación, donde piensa abordar la rotación de cultivos, el manejo del agua y hasta la vida del productor rural. Su objetivo es claro: que la música se convierta en un canal más para divulgar buenas prácticas agrícolas.