En los últimos días la noticia pasó por las cotizaciones de los dólares formales e informales, pero en particular el dólar informal se llevó más de una primera plana.
Palabra de Campo conversó con David Miazzo, economista Jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina. El analista se refirió a la crítica situación de parálisis que vive la actividad productiva y al rumbo que podría tomar la economía luego de las elecciones generales del próximo 22 de octubre.
P: ¿En qué nos impacta este dólar para los que hablamos de negocios dentro del sector agropecuario?
Lo primero que genera en toda la economía es una gran expectativa devaluatoria. Es decir, mientras mayor es la brecha, más se espera que tarde o temprano, en realidad más temprano que tarde, suba el tipo de cambio oficial. Entonces genera una gran expectativa devaluatoria en primera instancia, donde ya es seguro que el tipo de cambio oficial en algún momento va a subir y va a tener que subir mucho. Eso además desencadena una expectativa de inflación.
Dentro de lo que son las cadenas agropecuarias, pero también en muchas actividades, lo que genera es grandes dificultades para todos aquellos bienes dolarizados. ¿Por qué? Porque si hay una gran expectativa devaluatoria, donde el tipo de cambio libre básicamente vale el triple del tipo de cambio oficial, lo que genera es que nadie se quiera desprender de los dólares porque hay una mayor demanda de todo lo dolarizado del tipo de cambio oficial.
Entonces una demanda excesiva de bienes dolarizados al tipo de cambio oficial y una oferta que se retrae porque nadie se quiere desprender de ese bien que se percibe como barato. Nadie quiere ser el que lo venda.
P: Entonces, ¿cómo impactan todas estas variables en las cadenas?
El que tiene granos y puede esperar, prefiere guardarse los granos y esperar. El que tiene alambre y puede no desprenderse, se lo guarda. Lo que se trata de hacer es vender lo menos posible. El que necesita fertilizante trata de comprar el máximo fertilizante posible mientras pueda. Y el que lo tiene que vender, solamente lo vende si puede asegurarse la reposición. Entonces se generan todos estos impactos que uno podría extender al rubro de la construcción, los autos o la electrónica. En algunos casos no hay negocios o directamente lo que termina pasando es que cae el ritmo de negocios, pero suben los precios. ¿Por qué? Porque me resguardo ante la incertidumbre de poder reponerlo al mismo valor, porque al mismo tiempo las importaciones están cerradas.
Entonces termina pasando todo esto. Suben de precio el dolarizado, crece la demanda, cae la oferta y entramos en una parálisis. Por lo menos en una parálisis en primera instancia momentánea, hasta ver qué nuevo equilibrio alcanza el dólar y ahí se retoma eventualmente con nuevos precios, etc. Pero probablemente lo que no veamos ahora es ese nuevo equilibrio por el contexto de incertidumbre económica y política en la que estamos.
Ya estando tan cerca de las elecciones del 22 de octubre, después vamos a estar tan cerca del balotaje, vamos a estar cerca de las elecciones generales y el plan de estabilización que puede llegar a aplicar el próximo gobierno, que probablemente en estos próximos tres meses no tengamos esa sensación de estabilidad que fuimos viendo en algún momento.
P: Esa brecha del dólar formal e informal del 180% ¿Es un valor lógico?
Lo primero es que está claro que el tipo de cambio de 350 es una mentira insostenible, por eso también se genera toda la expectativa de que dure poco. Sin embargo, esta vez el Gobierno no tiene incentivos para devaluar después de las elecciones, porque ya va a estar tan cerca el cambio de gobierno, que la verdad es que tiene pocos incentivos para hacer un salto nuevamente. A lo sumo sí, dejarlo correr al ritmo de la inflación día a día, o sea, hoy lo congeló en 350 durante casi dos meses, bueno, eso no, pero que siga corriendo la inflación, muy probablemente, pero generar un nuevo salto, la verdad es que no tiene, y digo, sí lo tuvo en las PASO, porque eso le permitía en primera instancia descomprimir, y en segunda instancia era la expectativa, después claramente está a la vista que no funcionó, que todo empezara a mostrar cierto nivel de estabilidad llegando a las elecciones de octubre, bueno, claramente no funcionó, el paso a inflación fue muy rápido, el descontrol que tenemos hoy en términos cambiarios claramente no sucedió, o sea que hoy no tendrían ni el incentivo, esperando que pase lo que esperaban que pase, y viendo que no funcionó, menos aún, o sea que si bien hay una gran presión devaluatoria insostenible tipo de cambio oficial, yo creo que el gobierno no va a tener incentivos a hacer un salto cambiario después de las elecciones, me parece que de última irá fluyendo con la inflación hasta el cambio de gobierno, y no vamos a ver un salto antes, esa sería mi expectativa, de nuevo, no tengo la bola de cristal por hacer lo contrario, pero esa es mi expectativa hoy.