Con la reciente victoria electoral de Donald Trump y su regreso a la Casa Blanca, las miradas están puestas en el armado de su gabinete, particularmente en quién liderará el Departamento de Agricultura (USDA). La elección de esta figura resulta estratégica para definir el enfoque agrícola y rural en el país, y ya se manejan varios nombres con experiencia en el sector agropecuario y el manejo de políticas públicas.
Candidatos por tener experiencia en agricultura y política
Uno de los principales nombres en la lista es Abel Maldonado, exvicegobernador de California. Con raíces profundas en la agricultura familiar, Maldonado es hijo de trabajadores agrícolas y ha sido considerado por Trump en anteriores ocasiones. Su historia de superación y sus orígenes en la cosecha de fresas lo perfilan como un representante idóneo para liderar políticas a favor de los pequeños productores. Actualmente, dirige Runway Vineyards, una empresa vinícola en Santa María, California, lo cual refuerza su relación con el sector agropecuario.
Otro nombre destacado es el de Zippy Duvall, actual presidente de la American Farm Bureau. Agricultor de tercera generación, Duvall produce más de 750,000 pollos de engorde anuales en su granja en Georgia, lo que le da una perspectiva de las necesidades y desafíos del sector. Su capacidad de liderazgo ha sido probada en su trabajo al frente de la organización, donde ha luchado por los derechos de los productores agrícolas y ganaderos.
Kip Tom, un agricultor de Indiana, también aparece en las apuestas. Tom ha transformado su negocio familiar en una de las operaciones agrícolas más grandes del estado y fue embajador de Estados Unidos ante la ONU en Roma, en temas de alimentación y agricultura. Su experiencia diplomática y empresarial lo posiciona como un posible candidato para el USDA, aportando una visión amplia y global del sector.
Voces del sector político y empresarial
El actual Comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, figura entre los posibles candidatos. Miller, quien además es productor agrícola y ganadero, ha sido crítico de las políticas de escasez de agua en Texas, particularmente en el Valle del Río Grande, y emitió una orden ejecutiva que permite a los agricultores utilizar el agua del Río Grande para el riego. Miller tiene antecedentes de gestión polémicos, pero se le reconoce un enfoque directo y defensor de los intereses rurales.
En el ámbito de la legislación, Mike Conaway, ex presidente de la Cámara de Representantes, también surge como opción. Conaway conoce el proceso de formulación de políticas agrícolas y ha tenido un rol activo en proyectos de ley para el sector. Su perfil fiscalizador podría aportar transparencia y control sobre los fondos destinados a la agricultura, lo que permitiría una gestión más efectiva en el USDA.
Otro posible candidato es Ray Starling, conocido por su amplio conocimiento en políticas agrícolas. Starling ha ocupado cargos como jefe de gabinete del secretario de Agricultura y asesor de Trump en políticas agrícolas, lo que le brinda una ventaja competitiva al conocer las dinámicas del USDA y del gobierno federal. Como asesor general de la Cámara de Comercio de Carolina del Norte, Starling maneja políticas públicas y de litigios, lo cual lo convierte en una figura experimentada en la defensa de los intereses empresariales.
Ted McKinney, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Departamentos Estatales de Agricultura, también se encuentra en la lista. Con una carrera destacada en Dow AgroSciences y Elanco, McKinney podría aportar su conocimiento en asuntos comerciales y de exportación agrícola, un área que Trump podría buscar fortalecer en un segundo mandato. Además, su experiencia en el USDA en relaciones comerciales y su liderazgo en el Departamento de Agricultura del Estado de Indiana refuerzan su candidatura.
Posibles candidatos para el Representante Comercial de EE.UU.
Para el cargo de Representante Comercial de Estados Unidos, varios nombres se perfilan como candidatos, en especial si Trump desea implementar políticas comerciales más agresivas. Robert Lighthizer fue una figura clave en el primer mandato de Trump, donde lideró las negociaciones del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA). Su postura firme en las disputas comerciales con China y su habilidad para manejar aranceles lo convierten en una opción sólida, especialmente si Trump opta por un enfoque más estricto en el comercio exterior.
Bill Hagerty, actual senador y ex embajador en Japón, es otro posible candidato. Con experiencia en comercio exterior y en la relación entre Estados Unidos y Asia, Hagerty podría aportar una visión estratégica para manejar las políticas arancelarias y las negociaciones con socios comerciales. Junto a él, Jamieson Greer, quien fue jefe de gabinete de Lighthizer en la Oficina del Representante Comercial, también es mencionado como una opción, especialmente si se requiere una figura con conocimiento profundo de las políticas comerciales de Trump.
Robert O’Brien, ex asesor de seguridad nacional, es otro nombre en la lista, aunque también se lo considera para cargos en política exterior. La experiencia de O’Brien en seguridad y comercio exterior podría ser una ventaja para la visión de Trump, que busca fortalecer las políticas comerciales estadounidenses en su regreso al poder.
El reto de elegir un Jefe de Gabinete Eficiente
El puesto de Jefe de Gabinete es clave para el éxito de Trump en su segundo mandato, y varios candidatos se barajan para ocupar este puesto. Brooke Rollins, directora del America First Policy Institute, lidera las encuestas. Conocida por su lealtad y su capacidad para mediar en temas de política interna, Rollins podría ser una aliada estratégica.
Otro nombre es Susie Wiles, quien lideró la campaña de Trump de manera exitosa en 2024. La relación cercana entre Wiles y Trump, además de su experiencia previa en campañas políticas, la coloca en una posición fuerte para dirigir el Gabinete. Por último, el ex presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, también suena como una opción. Su amplio conocimiento de la política de Washington le otorga una ventaja, aunque su decisión dependerá de factores personales.
¿Qué significa para el agro la nueva administración?
La elección de estas figuras para cargos estratégicos en la administración Trump tendrá un impacto significativo en las políticas agrícolas y comerciales de Estados Unidos. La designación del nuevo secretario del USDA definirá la dirección de los programas de apoyo al productor, la regulación de tierras agrícolas, el control de importaciones y exportaciones de productos agropecuarios, así como la gestión de recursos como el agua en áreas afectadas por la sequía. Además, el enfoque de Trump en fortalecer las relaciones comerciales bajo una perspectiva proteccionista podría significar cambios en los acuerdos internacionales y en las negociaciones con mercados clave.
El próximo gabinete de Trump se perfila como una mezcla de líderes con experiencia en el sector agrícola, político y empresarial, con el potencial de transformar el enfoque hacia una administración más protectora de los intereses nacionales en el campo y el comercio exterior. Sin duda, su impacto se sentirá en todos los aspectos de la agricultura y la economía rural de Estados Unidos.