Que el brócoli contiene sulforafano, que tiene capacidades antioxidantes y antiinflamatorias, es algo conocido, pero que presentada bajo una determinada formulación es capaz de reducir en más de un 85 % el tiempo de recuperación física de un caballo tras una carrera hípica se acaba de descubrir.
Si lo habitual es que estos equinos recobren su vigor entre tres y cuatro semanas después de una carrera, gracias a esta formulación lo consiguen en alrededor de dos o tres días, relata a Efeagro Miguel Ángel Cubero, director general de Ingredalia, la empresa emergente navarra que ha dado con este hallazgo.
El 99 % del sulforafano que se debería asimilar al comer brócoli o, en menor medida, coles de bruselas o coliflor, se pierde antes de llegar al intestino, que es donde tiene la absorción y la bioactividad, debido a que es muy inestable y no resiste el paso por la boca ni el estómago, explica el CEO.
Pastillas
La innovación que ha patentado esta empresa consiste en extraer el sulforafano natural del brócoli, protegerlo con una combinación de otros elementos y encapsularlo en una pastilla para garantizar que un alto porcentaje de sus componentes lleguen al intestino para su asimilación.
Para la generación del bioactivo, cada pastilla necesita medio kilogramo de brócoli, lo que equivale a un plato completo de comida.
Aunque el producto se ideó para ser usado como inmunoestimulante para la alimentación humana, llamó la atención de la empresa Ahipos, que pensó que podría ser de mucho provecho en las carreras de caballos.
“Hacemos las pastillas para esta empresa, que las vende a distintas hípicas en España y luego ya nos va dando feedback de lo que es la aplicación del producto. Son sus clientes los que están diciendo que lo que ven es impresionante”, expresa Cubero.
La narración científica que explica este efecto es que el sulforafano regenera el llamado “metabolismo energético” y eso provoca, entre otras cosas, “una cascada de elementos antioxidantes” que evita las agujetas y otros daños oxidativos comunes cuando tanto humanos como animales hacen ejercicio físico, comenta el CEO.
“El caballo de competición que está suplementado con este producto acaba teniendo muchos menos problemas oxidativos e inflamatorios, con lo cual cuando acaba el circuito de competición, no tiene que recuperarse tanto. Y no es dopaje porque es un producto natural”, relata Cubero.
Ingredalia ha comenzado a recibir ya demandas de otras áreas geográficas, como Arabia Saudí, para comercializar el producto a hípicas y establos dedicados a las carreras de caballos, destaca el directivo.
Para la alimentación humana, la empresa ha conseguido ya un cliente, Torrons i Mels Alemany, en Lleida, que ha lanzado una miel suplementada con los ingredientes base del brócoli que formula Ingredalia y que se vende ya en el mercado catalán.
Economía circular
La empresa, con sede en la localidad de Milagro, se sirve de las sobras de brócoli que se generan durante el procesado de esta verdura en el sector agroalimentario, que pueden llegar a suponer más de una tercera parte de lo que se produce en el campo, según sus datos.
Solo en Navarra se están malgastando o llegan a usos de valorización baja del orden de 35.000 a 40.000 toneladas de brócoli cada año de media, abunda Cubero.
Si bien el brócoli ha sido la primera verdura con la que han empezado a trabajar, la empresa aspira a elaborar y poner en el mercado ingredientes funcionales naturales desarrollados a partir de otros subproductos vegetales deshechados por empresas agroalimentarias, fundamentalmente conserveras y congeladoras.
Así, Cubero señala que ya están trabajando con la alcachofa, el cardo de navarra, el pimiento y el tomate.
La empresa ha pasado por dos rondas de financiación desde su fundación, en 2017: una primera en 2019, de medio millón de euros, y otra el año pasado, de 650.000 euros.