Los productores argentinos se destacan por su innovación, adopción de nuevas tecnologías y eficiencia a nivel mundial. Constantemente se enfocan en el aprendizaje y el cuidado de su tierra, trabajando en equipo, de manera colaborativa a través de muchas generaciones.
Es por ello que la mirada sobre los sistemas productivos está evolucionando, cada vez son más quienes los conciben como ecosistemas complejos, encargados de producir alimentos.
En este contexto la biodiversidad se erige como una gran herramienta para lograr equilibrio y resiliencia a los mismos. En ese contexto, incorporar fertilizantes de eficiencia mejorada, capaces de optimizar la salud de los suelos y la vida en los mismos es un factor clave para cuidarlos, ya que estos nos los han prestado nuestros hijos y a ellos deben llegar en mejores condiciones.
Nutrición biológica y química
Desde IF se enorgullecen en trabajar en esta línea de nutrición integral. “Nuestro enfoque se base en dos pilares fundamentales: la combinación de la nutrición química y la bioestimulación, así como el fraccionamiento y el uso de herramientas foliares de elevada eficiencia”, explica Ana Julia Pérez Moreno, especialista e investigadora de IF, Ingeniería en Fertilizantes, quien accedió a una entrevista, con la finalidad de explicar en detalle el objetivo de la empresa para potenciar la nutrición en los cultivos.
La combinación de la nutrición química y la bioestimulación ha demostrado ser una composición altamente efectiva en los ensayos de IF a lo largo y ancho del país, en una amplia variedad de cultivos.
-¿Qué se logra con esta sinergia entre químicos y biológicos?
Esta sinergia ha potenciado el desarrollo radicular de las plantas, otorgándoles mejores herramientas para la absorción de nutrientes, la exploración del suelo y consecuente generación de carbono y materia orgánica en nuestros suelos, lo que se traduce en una mayor vitalidad y productividad.
-¿Qué función cumple el fraccionamiento en la entrega de nutrientes en el cultivo?
– El fraccionamiento en la entrega de nutrientes, complementado con el uso de herramientas foliares de alta eficiencia, FRONDA, (con una relación de 1.8 a 1 respecto a la urea tradicional), nos permite optimizar la eficiencia de los nutrientes a lo largo de todo el ciclo del cultivo. Esto nos posibilita trabajar con reducciones de hasta un 30% en el balance total de nutrientes aplicados, sin comprometer los rendimientos, lo cual representa una importante disminución de la huella de carbono, al mismo tiempo que se obtienen mejores resultados económicos.
-Dónde radica la importancia del enfoque de IF para la agricultura actual?
-Nuestro enfoque integral de nutrición agrícola, sustentado en la evidencia científica y en la experiencia de campo, se desempeña como una solución efectiva y sostenible para mejorar la productividad y rentabilidad de los cultivos, al tiempo que se reduce el impacto ambiental.
Ensayos que sorprenden
Desde el área de I&D, junto con la sección interna de desarrollo técnico comercial de IF, se llevan adelante los ensayos, bajo la premisa fundamental de ofrecer información accesible y relevante para el productor, reflejando fielmente su realidad productiva y metodología de trabajo.
-¿Cuál fue siempre el objetivo principal de cada ensayo realizado a lo largo del país?
-Nuestro objetivo es brindar soluciones óptimas que mejoren el desempeño de los sistemas, sin generar inconvenientes, ni de tareas adicionales a nivel operativo en los campos. Conocemos de primera mano los desafíos que allí se enfrentan, ya que contamos con un área de producción dentro de la empresa. Entendemos que los tiempos son limitados y los ciclos productivos pueden dificultar la implementación de nuevas maquinarias o actividades operativas exigentes.
-¿Entienden que es una apuesta fuerte para el agro, pero que a su vez le facilista las cosas al productor?
-Sí, es por ello que nos enfocamos en desarrollar tecnologías superadoras en nutrición, de fácil adopción y masificación, para que estas puedan ser implementadas con facilidad y obteniendo mejores resultados en la producción de alimentos en nuestro país.
-Para lograr el potencial deseado, ¿se trabaja de manera unilateral y hay acuerdo con instituciones?
Trabajamos en alianzas estratégicas con investigadores de universidades, INTA y privados, como así también con entidades agrícolas y ganaderas: Mantenemos una estrecha colaboración con diversas organizaciones del sector agropecuario, lo que nos permite obtener una perspectiva integral y un diálogo constante. Esto nos ayuda a desarrollar soluciones oportunas, ágiles y dinámicas que aborden los diferentes desafíos que enfrenta la industria.
El mercado abre las puertas
Desde su lanzamiento, los productos combinados se fueron introduciendo, poco a poco, dentro de las estrategias de manejo de los productores.
Ocurre que la incorporación de tecnologías innovadoras en los procesos productivos requiere no solo una estrategia comercial efectiva, sino también una transferencia de conocimientos y habilidades que permita su correcta implementación.
“Cuando esta sinergia se logra, el productor suele elegir soluciones tecnológicas que no solo optimizan su rendimiento económico a corto plazo, sino que también generan una “caja de ahorro” y mejoras a largo plazo, al mejorar de manera holística sus sistemas de producción”, concluyó la entrevistada.