De esta forma, el contrato de mayo de la oleaginosa retreocedió 1,07% (US$ 6,71) hasta los US$ 619,87 la tonelada, en tanto la posición julio cayó 0,79% (US$ 4,78) para concluir la jornada a US$ 598,46 la tonelada.
Los fundamentos de las pérdidas radicaron en que “la no confirmación de nuevas ventas a China, con las que habían especulado los inversores en el cierre de la semana pasada, habilitó una toma de ganancias de los fondos”, precisó la consultora Granar.
Sus subproductos de la soja acompañaron la tendencia negativa, al obtener una baja en la harina del 1,72% (US$ 8,16) para cerrar a US$ 465,72 la tonelada, y una caída del 0,56% (US$ 10,14) en el aceite hasta los US$ 1.774,03 la tonelada.
Contrariamente, el trigo avanzó 1,81% (US$ 7,81) para cotizar a US$ 437,25 la tonelada, luego de tres jornadas consecutivas a la baja.
Entre los factores que alentaron las subas se destacaron “la caída del índice dólar, que mejora la competitividad de las exportaciones estadounidenses, y la caída de las exportaciones de Rusia por el agotamiento del cupo de 8 millones de toneladas impuesto por el gobierno hasta el 1º de julio”.
También influyeron “la falta de humedad sobre el centro-oeste de Kansas, donde persiste el mal estado de los trigos de invierno; la demora en la siembra de primavera, y la negativa del gobierno ruso a facilitar las exportaciones ucranianas de granos retenidos desde el inicio de la guerra”, detalló Granar.
Por último, el maíz creció 0,96% (US$ 2,95) y cerró a US$ 309,53 la tonelada, en simpatía con las mejoras del trigo y por la negativa de Rusia de acceder al pedido de la Unión Europea de facilitar la salida de granos de Ucrania desde sus terminales marítimas.