En la Jornada Nacional del Agro (Jonagro), organizada por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el director del Banco Central, Federico Furiase, sostuvo que el país logró sortear el riesgo de una crisis terminal y destacó que el programa económico permitió consolidar un régimen de estabilidad monetaria y cambiaria, luego de “la herencia macroeconómica más crítica de la historia argentina reciente”.
Durante su exposición en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Furiase explicó que el nuevo marco económico se apoya en tres pilares: el ancla fiscal, la estabilidad monetaria y la recapitalización del Banco Central. Y resumió: “Esta vez sí es diferente. El cepo ya no era sostenible, pero para levantarlo necesitábamos reservas, equilibrio fiscal y un régimen creíble”.
La economía crece, la inflación baja y el crédito se recupera
Furiase repasó los desafíos que heredó el actual gobierno al asumir, entre ellos reservas netas negativas por US$11.500 millones, pasivos remunerados equivalentes al 11% del PBI y una inflación mensual de dos dígitos. “Teníamos una economía con riesgo de hiperinflación. Muchos de los desequilibrios estaban escondidos, como la emisión asociada a los intereses de los pases pasivos y las Leliqs”, explicó.
Frente a ese escenario, afirmó que el programa de estabilización permitió controlar el desborde inflacionario y recuperar la confianza. Según datos oficiales, la economía crece actualmente a un ritmo del 6% interanual.
El ancla fiscal fue el primer paso: “Se logró en el primer mes de gestión”, remarcó. En cuanto al ancla monetaria, sostuvo que en julio de 2024 se congeló la base monetaria amplia en $47,7 billones, incluyendo los pasivos del Banco Central. “Eso ayudó a cortar con la emisión descontrolada sin frenar la baja de la inflación”, destacó.
También resaltó que la monetización de la economía era extremadamente baja: solo el 2% del PBI en base monetaria y 4% en crédito. “Había margen para que se recupere el financiamiento sin presionar sobre los precios”, puntualizó.
Salida del cepo, flotación cambiaria y acuerdo con el FMI
Uno de los momentos clave del proceso fue la salida del cepo cambiario, que según Furiase ya estaba consensuada con el Fondo Monetario Internacional. “Para liberar el tipo de cambio se necesitaba recapitalizar el BCRA. Eso implicaba contar con US$20.000 millones en reservas líquidas de disponibilidad”, precisó.
El nuevo esquema de bandas de flotación acordado con el FMI incluye un piso de $1000 y un techo de $1400, y, según Furiase, puede sostenerse sin generar tensiones: “Cuando tenés superávit fiscal, dejás de emitir, y el Banco Central tiene reservas suficientes en relación con la base monetaria, podés defender el tipo de cambio”.
“No era posible salir del cepo sin resolver el desequilibrio fiscal, la emisión monetaria y los pasivos del BCRA. Ahora eso está bajo control, y eso hace que esta vez sí sea diferente”, insistió.
Juan Pazo pidió confianza y destacó la baja de aranceles
En el mismo encuentro, el director de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, aseguró que el Gobierno está haciendo todo lo posible para mantener la estabilidad macroeconómica y brindar condiciones previsibles al sector productivo. “Desde el Gobierno estamos tratando de mantener las variables constantes, bajar la inflación y sostener un tipo de cambio razonable”, indicó.
Pazo subrayó que los productores agropecuarios siguen apostando por invertir a pesar de las dificultades, y pidió que continúen por ese camino. “Estamos eliminando todas las regulaciones posibles para que puedan operar con tranquilidad”, expresó.
También reconoció que comenzaron a reducir aranceles y tributos en algunos sectores sensibles para facilitar las exportaciones, aunque evitó dar detalles específicos. “El compromiso es escucharlos, entender las necesidades del campo y trabajar en conjunto”, sostuvo.