La barrera sanitaria que separa la Patagonia del resto de Argentina se erige como un pilar fundamental para preservar el estatus sanitario de la región. Este sistema ha permitido que la Patagonia sea reconocida como una zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, un logro que ha sido clave para acceder a mercados internacionales exigentes. Sin embargo, recientes iniciativas del gobierno nacional han generado preocupación entre los productores locales, quienes temen que cualquier flexibilización de esta barrera pueda comprometer su competitividad y seguridad sanitaria.
Importancia de la barrera sanitaria para la Patagonia
Desde su implementación en 2001, la barrera sanitaria ha sido esencial para proteger la condición sanitaria diferenciada de la Patagonia. Esta región, que abarca provincias como Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el partido de Patagones en Buenos Aires, ha logrado mantener un estatus libre de fiebre aftosa sin vacunación, lo que le ha permitido acceder a mercados internacionales de alto valor, como la Unión Europea, Japón y Estados Unidos. Este reconocimiento internacional ha sido el resultado de años de trabajo conjunto entre productores, autoridades sanitarias y gobiernos provinciales.
Controversia por la Resolución 180/25
La Resolución 180/25 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que habilita el ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa, ha generado un fuerte rechazo en la Patagonia.Productores y entidades como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) argumentan que esta medida pone en riesgo el estatus sanitario de la región y podría afectar negativamente las exportaciones de carne ovina y bovina. Además, señalan que la decisión fue tomada sin una consulta previa con los sectores involucrados y sin contar con garantías concretas de los países compradores sobre la aceptación de carne proveniente de zonas con vacunación.
Reacciones y medidas adoptadas por los productores
Ante la incertidumbre generada, más de 30 entidades rurales de la Patagonia han enviado cartas a las autoridades nacionales solicitando información detallada sobre las implicancias de la resolución. En su misiva, exigen respuestas a una serie de interrogantes, incluyendo la justificación técnica de la medida, los estudios científicos que la avalan y las posibles consecuencias para el comercio internacional. Asimismo, proponen avanzar en un plan integral que mejore progresivamente el estatus sanitario a nivel país, en lugar de flexibilizar las condiciones en la Patagonia.
Posición del gobierno nacional
El gobierno nacional ha suspendido temporalmente la implementación de la Resolución 180/25 por 90 días, con el fin de abrir un espacio para el diálogo y la consulta con los sectores afectados. La Secretaría de Bioeconomía ha afirmado que no existen planes para eliminar la barrera sanitaria y que cualquier medida relacionada será debatida y consensuada con los sectores involucrados. Sin embargo, los productores patagónicos insisten en que cualquier cambio en las condiciones actuales debe contar con garantías claras y el respaldo de los mercados internacionales.
Barrera sanitaria
La barrera sanitaria de la Patagonia no es solo una medida de control sanitario, sino una herramienta estratégica que ha permitido a la región acceder a mercados internacionales de alto valor. Cualquier modificación en este sistema debe ser cuidadosamente evaluada y consensuada con todos los actores involucrados, garantizando la protección del estatus sanitario y la competitividad de la producción agropecuaria patagónica. El futuro de la ganadería en el sur argentino depende de decisiones informadas y responsables que aseguren la continuidad de este modelo productivo exitoso.