En marzo de 2025, las exportaciones argentinas de carne vacuna sufrieron una caída significativa del 36,1%. Esta disminución refleja una tendencia alarmante que impacta tanto a productores como a los mercados internacionales. La combinación de precios más bajos y la incertidumbre económica derivada de la expectativa de una corrección cambiaria ha afectado de manera directa a las ventas externas del país, uno de los principales exportadores mundiales de carne.
Factores clave detrás de la caída
La caída interanual de las exportaciones argentinas de carne vacuna se atribuye principalmente a dos factores clave: los precios internacionales más bajos y las expectativas de devaluación del peso argentino.
El precio promedio de la carne argentina destinada a China, el principal destino de exportación, descendió drásticamente. En marzo, el precio de la carne congelada sin hueso cayó a un promedio de US$4.191 por tonelada, una cifra significativamente inferior al máximo de US$5.900 registrado en mayo de 2022. Este descenso en los precios internacionales es uno de los factores más visibles detrás de la caída de las exportaciones, pues los mercados internacionales, principalmente China, han comenzado a comprar menos carne argentina debido a la competencia con otras ofertas globales más económicas.
La perspectiva de una corrección cambiaria en Argentina, tras la reciente devaluación del peso, llevó a muchos exportadores a posponer ventas, esperando un tipo de cambio más favorable para sus operaciones. Esta cautela contribuyó a la disminución del volumen de exportaciones en marzo, ya que los operadores del sector decidieron esperar para asegurarse un tipo de cambio más competitivo.
Impacto en los mercados internacionales
China, que tradicionalmente representa el 70% de las exportaciones argentinas de carne vacuna, experimentó una caída en sus compras del 52%. En marzo, las exportaciones de carne congelada sin hueso hacia este país fueron de 17.161 toneladas, una cifra significativamente inferior a los picos de 36.000 toneladas mensuales alcanzados entre agosto y noviembre de 2024. Este descenso se atribuye tanto a la desaceleración económica en China como a los precios más altos de la carne argentina en comparación con otras fuentes de aprovisionamiento más baratas, como Brasil y Australia.
El mercado europeo también vio una disminución en las exportaciones argentinas. Las exportaciones de carne refrigerada sin hueso a Europa cayeron un 22,6%, debido en parte al final del contingente arancelario UE 481, que limitaba las exportaciones de carne con terminación a feedlot.
Por otro lado, países como Estados Unidos se mantuvieron como destinos clave, con compras de carne por un valor cercano a US$20,4 millones. A pesar de este leve repunte, el mercado estadounidense sigue siendo mucho más pequeño en comparación con el volumen de exportaciones hacia China.
Perspectivas de recuperación
Aunque marzo fue un mes complicado para las exportaciones de carne vacuna, los analistas observan señales de recuperación en las primeras semanas de abril, con estimaciones de exportaciones que rondan las 70.000 toneladas, un 50% más que en marzo. Este repunte podría estar relacionado con una mejora temporal de los precios internacionales y una estabilización de las expectativas cambiarias. Sin embargo, las incertidumbres políticas y económicas en Argentina, junto con la volatilidad de los precios internacionales, seguirán siendo factores decisivos en el comportamiento del sector en los próximos meses.
Un panorama incierto pero con oportunidad de recuperación
La caída de las exportaciones argentinas de carne vacuna en marzo de 2025 ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sector ante fluctuaciones de precios y políticas económicas internas. Sin embargo, los productores y exportadores tendrán que adaptarse rápidamente a los nuevos desafíos del mercado global, buscando nuevas oportunidades para recuperar la competitividad y asegurar su presencia en los mercados internacionales.