Con la necesidad de adelantar la siembra para mitigar un posible impacto de la Chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), se vuelve clave implementar un esquema nutricional eficiente que ayude a minimizar los riesgos y aumente la resiliencia de los cultivos.
Por ello la partición en la entrega de nutrientes se vuelve esencial, optimizando la eficiencia en la fertilización y ayudando al cultivo adaptarse mejor a las condiciones climáticas cambiantes y a la presión de plagas.
“Un enfoque integral que incluya la aplicación temprana de nitrógeno al suelo, como SOLUM con una adecuada bioestimulación del sistema, y luego en etapas más avanzadas, la aplicación de grandes volúmenes de nitrógeno foliar, como FRONDA, no solo facilita una rápida respuesta de los cultivos, sino que también optimiza el uso de nitrógeno a lo largo del ciclo de crecimiento”, destacó Ana Julia Pérez Moreno, titular del área de desarrollo técnico y comercial de IF (Ingeniería en Fertilizantes).
De hecho, 1 kg de nitrógeno foliar puede reemplazar 1.9 kg de nitrógeno aplicado al suelo. Este enfoque no solo reduce costos, sino que también es compatible con insecticidas, permitiendo realizar ambos tratamientos en una sola aplicación.
“De esta manera, el esquema de partición de nutrientes asegura que los cultivos estén mejor preparados para enfrentar los desafíos que presentan el clima y las plagas para la presente temporada agrícola”, explicó la especialista.
PENSANDO EN GIRASOL Y SOJA
El girasol, aunque muchas veces no responde de manera consistente a la fertilización nitrogenada, ha mostrado excelentes resultados con los productos de IF. Tanto SOLUM para aplicación al suelo, como FRONDA para uso foliar, lograron mejorar la eficiencia de los fertilizantes, reduciendo la cantidad de nitrógeno necesario en comparación con métodos tradicionales.
Así mismo FRONDA cuenta dentro de su fracción bioestimulante con microorganismos biocontroladores y al ser compatible en la mezcla con fungicidas, es imbatible para nutrir y proteger de enfermedades como la Phytophthora, lo que refuerza la importancia de una estrategia integral de fertilización en este cultivo”, comenta Pérez Moreno.
En el caso de la soja, se ha observado en las últimas campañas una disminución en la proteína del poroto y una creciente brecha en el rendimiento. Para abordar estos desafíos, el equipo de IF comenzó a realizar ensayos con FRONDA, aplicándolo en etapas tardías, específicamente en los estadios R3 a R5, cuando la actividad de los nódulos comienza a disminuir.