Los hay, como quien les escribe, que necesitamos una taza de café y una ducha -en este orden- para despertarnos cada mañana. La segunda taza de café -ya vestidos y dispuestos a salir de casa para acudir al trabajo-, nos activa. Es el impulso que necesitamos para movernos con un poquito de garbo, para coordinar pensamiento y obra, mente y cuerpo.
No, no es una exageración, el café es estimulante, nos despierta y nos da energía para afrontar un nuevo día, una nueva jornada. Incluso es la bebida de las grandes reuniones de negocios, y quién no queda a tomar un café con los amigos un domingo de invierno por la tarde.
Hay quien puede beber al día entre 7 y 8 cafés. Luego estamos los que a partir de las cinco de la tarde ya no tomamos cafeína porque nos quita el sueño. A unos y a otros, aun acostumbrados a tomar mucha cafeína, si un día nos pasamos, nos sentimos más nerviosos, hasta irascibles o podemos sentir naúseas. Porque sí, el café ayuda al cuerpo a trabajar más, más rápido e incluso más horas, pero puede pasarnos factura y poner en riesgo nuestra salud.
¿Cuántas tazas debemos tomar al día?
El café es como el tabaco, engancha. Los fumadores o los muy cafeteros pueden apelar, ¿quién eres tú para decirme los cigarrillos que puedo fumar o las tazas de café que puedo beber? Cierto. Ahora la pregunta adquiere otro matiz cuando entra en juego nuestra salud.
Me atrevería a decir que no hay ni un solo fumador en el mundo que desconozca que fumar conlleva más perjuicios que beneficios. En el caso del café quizá sería exagerado enunciar la misma premisa, eso sí, siempre hablando de un consumo moderado porque si lo llevamos al extremo también estamos poniendo en peligro nuestra salud.
Esto no lo dice el periodista sino investigadores de la University de South Australiaque han llegado a la conclusión de que beber seis o más cafésal día es perjudicial para la salud.
La investigación dirigida por el doctor Ang Zhou y la profesora Elina Hyppönen del Centro Australiano para la Salud de Precisión confirma que el exceso de cafeína aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca hasta en un 22 por ciento, entre otras razones porque aumenta la presión arterial, un precursor de la enfermedad cardíaca.
Por primera vez, un estudio establece el límite entre el consumo de café seguro y la salud cardiovascular; para ello utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido sobre 347.077 participantes de 37 y 73 años. Los investigadores buscaron la capacidad del gen metabolizador CYP1A2 entre estas 300.000 personas para procesar mejor la cafeína, identificando mayores riesgos de enfermedad cardiovascular en línea con el consumo de café y las variaciones genéticas.
“Para mantener un corazón y una presión sanguínea sanos, las personas deben limitar sus cafés a menos de seis tazas al día; según nuestros datos, seis fue el punto de inflexión donde la cafeína comenzó a afectar negativamente el riesgo cardiovascular” afirma la epidemióloga genética Elina Hyppönen. “Conocer los límites de lo que es bueno para ti y lo que no es imprescindible” dice la investigadora, nos llevará a moderar el consumo para preservar nuestra salud porque “como con muchas otras cosas, se trata de moderación” y advierte de que “darse el gusto y su salud lo pagará”.
No podemos olvidar que una de las principales causas de muerte en el mundo y de las más evitables son las enfermedades cardiovasculares como advierte la Organización Mundial de la Salud. El 85% de esas muertes se deben a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
La mayoría de las enfermedades cardiovasculares (ECV) se pueden prevenir cambiando nuestra conductas y malos hábitos como el consumo de tabaco, una dieta poco saludable, obesidad, inactividad física y el uso nocivo del alcohol. Ahora también sabemos que un abuso del café nos puede llevar a ser víctimas de una enfermedad cardiovascular.
Tendremos que racionalizar el consumo de café, una de las bebidas que más se toman cada día en nuestro planeta. Para los amantes de los datos y las cifras: “se estima que se disfrutan tres mil millones de tazas de café todos los días en todo el mundo”, palabra de la profesora Hyppönen.
Osteoartritis, artropatía y obesidad
Pero el consumo excesivo de café puede aumentar también el riesgo de sufrir otras enfermedades como osteoartritis y artropatía que afecta a las articulaciones, incluidos los huesos, cartílagos, ligamentos y músculos; incluso llevarnos a un exceso de peso, a padecer obesidad.
“Para las personas con antecedentes familiares de osteoartritis o artritis, o para aquellos que están preocupados por el desarrollo de estas afecciones, estos resultados deben actuar como un mensaje de advertencia” dice la epidemióloga, la profesora Elina Hyppönen que nos pide escuchar las señales que nos da nuestro cuerpo, “el cuerpo generalmente envía mensajes poderosos con respecto al consumo de café, por lo que es imperativo que las personas los escuchen cuando consumen café”.
Pese a la advertencia del estudio, los investigadores lanzan un mensaje: “debemos recordar que lo mejor es consumir café con moderación; esa es la mejor opción para disfrutar de su café y una buena salud también”.
Ya lo dijo Rubén Darío: “Una buena taza de su negro licor, bien preparado, contiene tantos problemas y tantos poemas como una botella de tinta” o Thomas Stearns Eliot:“Yo he medido mi vida en cucharitas del café.”