Durante años, se recomendó reducir el consumo de huevo para disminuir los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La creencia popular era limitar su consumo a tres porciones por semana. Sin embargo, estudios recientes han desmentido esta idea, revelando que el huevo no es tan perjudicial como se pensaba.
¿Qué Dicen los Estudios?
Investigaciones recientes indican que en personas sanas, el impacto del colesterol de los alimentos sobre el colesterol en sangre varía significativamente según factores individuales como la genética y el peso corporal. Además, hábitos de vida como la actividad física y el consumo de tabaco también juegan un papel crucial en cómo los nutrientes del huevo afectan al organismo.
Desmitificando el Riesgo Cardiovascular
El Instituto de Estudios del Huevo ha demostrado que este alimento no es rico en grasas saturadas. Un huevo mediano contiene 200 miligramos de colesterol, predominando las grasas insaturadas sobre las saturadas, y aporta solo 70 calorías. Los fosfolípidos presentes en el huevo hacen que el colesterol tenga un efecto mínimo sobre el colesterol en sangre.
Respaldo de la Ciencia
Estudios científicos recientes han refutado la idea de que la ingesta de huevos aumenta el riesgo cardiovascular. De hecho, se ha demostrado que consumir un huevo al día no perjudica el perfil lipídico sanguíneo ni incrementa el riesgo cardiovascular. La Asociación Americana del Corazón, en su revisión del año 2000, declaró que “el colesterol procedente de los huevos no supone un riesgo añadido para padecer enfermedades cardiovasculares”, permitiendo recomendar la ingesta de un huevo diario en lugar del límite de tres por semana.
Es crucial actualizar nuestras creencias a la luz de la evidencia científica moderna. El huevo, lejos de ser un enemigo de la salud cardiovascular, puede formar parte de una dieta equilibrada y saludable.